EL BURLADOR DEL SANTO OFICIO Y SAN NICOLÁS DE BARI
<<Dr. Diego Mateo Zapata de Mercado (Murcia, 1664-Madrid, 1745). Insigne Novator de la Medicina española, emblema contra la intolerancia al progreso médico español, creador de las Reales Academias de la Ciencia, protegido y respetado por Reyes, Nobles, Cardenales y Consejeros de Corte. Erudito y hábil comerciante. Mecenas de lazaretos y del templo de San Nicolás de Bari en Murcia>>
"A San Nicolás de Bari, mi santo, mi iglesia, mi parroquia"
Agonizaba la centuria con la subida al trono de Felipe III, promotor de la expulsión judía. Los inicios del siglo XVII mostraban una huerta de dispersas aljamas,[1] dedicadas sus gentes a la agricultura, con extraordinarias habilidades en el arte de la seda. Su población mayoritaria, la formaban cristianos viejos, quienes permitirían la convivencia musulmana. La expulsión morisca comenzó en 1613, pasando sus viejas propiedades mudéjares a la Corona. El atroz desequilibrio demográfico se acentuaría con las epidemias reinantes y las catástrofes naturales acontecidas.
En 1648, Murcia sufrió una cruel plaga de peste,[2] acrecentada por sus habituales y duros periodos de sequia extrema, sus desafortunados movimientos sísmicos y los grandes desbordamientos de su rio, el Segura. En 1651, la gran riada de San Calixto dejó miles de cadáveres tras sí. Destruyó los grandes arrabales y la mayor parte de sus moreras desaparecieron. Una posterior reconversión de sus cultivos, orientaría ahora a sus gentes descubrir los secretos de sus tiernos y novedosos maizales.
Un joven de familia acomodada, descendiente de judeoconversos portugueses[3], bautizado en la iglesia de San Nicolás de Bari, habitaba en sus alrededores. Su padre, Francisco Zapata, natural de Alcalá la Real (Jaén) 1638, de genealogía desconocida y procedente de la "ruta portuguesa castellano-murciana", escribano de oficio y secretario de impuestos reales "Secretario de Millones"; la madre, Clara de Mercado Núñez de Acosta, murciana de nacimiento. Acusada de hechicera, perseguida, sometida a tortura y condenada a tres años por la inquisición de Murcia cómo judaizante[4], a quien requisó el Santo Oficio[5] todos sus bienes. Su neófito vivió una desgraciada y amarga niñez en un rudo ambiente carcelario, al amparo de su creadora; quien le aleccionaría en la ley Mosaica, adiestrado ocultamente como "Marrano"[6]. Protegido y educado por los clérigos de la iglesia de San Pedro[7], al demostrar su valía e interés por el estudio, su fácil razonamiento y el gusto por la meditación.
El tiempo transcurriría y el estudiante murciano mostraba inclinación por la ciencia, marchará a Valencia donde realizó los estudios de Bachiller en Artes[8], imprescindibles para acceder a Medicina; posteriormente, auspiciado por un catedrático de origen hebreo, el Dr. D. Francisco Enríquez de Vallacorta[9], viajará a Alcalá de Henares[10], donde destacará como brillante y disciplinado alumno, despierto en la doctrina médica, de sublime capacidad intelectual e insuperable diatriba. Gozaba, además, de una persuasiva e impecable dialéctica[11].
Acabó medicina en la Universidad que fundara Cisneros, con tan solo 20 años. Alabado por sus maestros y respetado por condiscípulos.
El humilde[12] y brillante médico[13], no consigue su titulo del Protomedicato[14] por no ser cristiano viejo y carecer de "limpieza de sangre". Mas su talento e influencias de alcurnia[15] le harán burlar cuantos impedimentos le marque la ley. Replicó a grandes opositores del innovador pensamiento médico (Gazola, Pierre Regis...) utilizó su invectiva[16] para conseguir el apoyo y protección en las instituciones de La Regia Sociedad de Medicina y otras Ciencias de Sevilla, o El Teatro Anatómico del Hospital General de Madrid. Libre pensador, osado y dispuesto a abandonar una medicina clásica y en decadencia, donde sus purgas, sangrías, vesicatorios[17] y otros ancestrales remedios causa de muerte que no aciertos para sanar. La teoría de los humores debía ser revocada por las tendencias médicas de la moderna Europa. La antigua medicina,[18] fiel a los postulados de decrépitos y desgastados, Galeno, Hipócrates o Avicena será refutada por el atrevido Zapata[19], ante un atraso médico-científico que avergonzaba a nuestra nación. Brotó una nueva disciplina filosófico experimental, basada en la razón, auxiliada de la química y la fisiología, conocida como la medicina de los <novatores> o reformistas. Propugnaban sus seguidores una terapia asentada en la concepción quimista del cuerpo humano. Defendían la primacía de los remedios químicos en el tratamiento de las enfermedades.
Su fama crecía incontinenti[20], hasta despertar la curiosidad de la Corte. Gustaba al docto de célebres tertulias e ilustres y progresistas reuniones de reboticas con su fiel y buen amigo, el reputado boticario, Dr. Félix Palacios; el marqués de Mondejar, D. Juan Lucas Cortes, del Consejo Real de Castilla; D. Nicolás Antonio, de quien admiraba su inteligencia, acreditada tras su excelente biblioteca hispana. Otros doctores, abades..., los cuales como de todas las ciencias, trataban de filosofía moderna.
Obnubila su intelecto e instrucción, aumentada con la madurez, el estudio y su desmedida dedicación. Publica gran cantidad de obras médico-filosóficas, acarreándole tensos desacuerdos ante el Santo Oficio. A pesar del impedimento de una Real Orden dificultando su praxis, la gente de abolengo demandaba la desconocida medicina del libertino galeno. La casa Real (Carlos II y Felipe V), Grandes de España (duques de Medinaceli y Alba, Marqueses de Priego), Cardenales (Portocarrero y Borja) y Consejeros de Corte, solicitan su entendimiento, habilidad y nuevo proceder médico; sin valorar las diferencias e impedimentos planteados por el Protomedicato. La protección de los duques de Medinaceli sería resolutiva para el futuro del sagaz erudito. El Duque de Alba, a las puertas de su muerte, en Paris. Solicita sus revolucionarios y certeros diagnósticos, de alocados tratamientos.
Contribuyó activamente, como presidente y socio fundador de la Regia Sociedad de Medicina[21]y Otras Ciencias de Sevilla. La más antigua Academia científica del mundo. La protección de Carlos II, acalló a sus enemistades y aseguró la gloria de Zapata al consolidar su institución. Creada para los fines del movimiento médico novator. Aquel nuevo proceder de recogida e intercambio de observaciones y experiencias clínicas, facilitó elaborar la historia natural de las enfermedades. Originó el nuevo saber práctico (microscopía, disección de cadáveres, observación clínica), a la luz de aquellas experiencias colectivas se generará un certero conocimiento médico antes desconocido. En el último decenio de "el rey Hechizado" (1665-1700), se impulsa con éxito el proceso de renovación con la orientación iatroquímica que los Novatores defendían. Diego Mateo se revelaría como vital mentor de los médicos novatores sevillanos e insigne representante de los médicos novadores en España.
Sus publicaciones[22] superan la treintena, causan sensación en el profano y envidias o aversiones entre los petulantes maestros del vetusto arte de sanar, "Disertación médico-theológica" es un desafiante estudio al tratar temas tan polémicos como la gestación, las cesáreas e incluso reta al abordar cuestiones tan delicadas moralmente como el aborto. Su "Crisis Médica sobre el Antimonio" (1701), es usada en defensa del remedio químico, refutado por los médicos galenistas sevillanos; reivindicó en su dedicatoria a la Regia Sociedad como <el crédito de la nación>, lo que desencadenó una feroz polémica. Su "Verdadera apología en defensa de la medicina racional" (1691) es una dura critica[23] a los postulados de defensa de la circulación de la sangre de Harvey, tan atrasada como decadente medicina galenista de universidades. A pesar de sus diferencias, abogó, quizá por adular, al Tribunal del Protomedicato. Su obra, "Ocaso de las formas aristotélicas" no fue concluida en vida, publicada póstumamente en varios idiomas y clasificada por la Inquisición en el "Índex Librorum Prohibitorum et Derogatorum."
La vengativa Inquisición jamás cesó sus pesquisas, ciñéndose al rencoroso y recóndito proceder que le caracterizaba, -las sospechas ante sus históricos antecedentes familiares-. Zapata, fue detenido en 1692, encarcelado como presunto judaizante y puesto en libertad un año después, a falta de pruebas.
Nuevos tropiezos con el Santo Oficio por denuncias de adversarios oportunistas e ignorantes, bajo poderosas presiones del inquisidor Camargo, lo hacen apresar en 1721, en Cuenca; e ingresa en prisión. Torturado y obligado a vestir "el sambenito[24]" con "vela muerta" en una mano hasta oír su causa. Condenado por adjuración preventiva "Ad cautelam,". Perdió la mitad de sus riquezas, sometido a 200 azotes y condenado al destierro. Mas sus poderosas influencias[25] impedirían que tan dramáticos actos ocurrieran.
Fueron cautos como para alejarlo de Madrid, evitando dañar su honor profesional. En cuanto al embargo de su fortuna[26], alegó que carecía de ella al estar a disposición de la construcción de S. Nicolás. Tan exitosa treta confundiría al Santo oficio al ser el avezado, fiador[27] de aquella esplendorosa obra de Dios, justo en el lugar de su cristianización. Ocultó verdades, secretas creencias e intenciones. Salvó la mitad de sus riquezas y burló una irrevocable y despiadada sentencia eclesiástica. Pese a la gravedad de su condena, logró el título oficial del Real Tribunal del Protomedicato, máxima autoridad del buen hacer médico. Regresó a Madrid e incumplió el despiadado destierro y cuantas culpas pendientes tuviere. El proceso fue declaro en suspenso.
Las cartas de recomendación por la alta sociedad[28] serían el secreto de sus éxitos médicos, sus condonaciones con la justicia y otros negocios de esplendor.[29]
Frívolo sería como murciano y ególatra como persona, pertenecer a San Nicolás de Bari[30], conocer sus tesoros, sus maravillas y secretos, sin reaccionar, presumir o lucirlos ante el desdichado forastero. Nuestra iglesia fue censada como San Pedro, San Lorenzo y la Catedral, en 1272.
Su dirección arquitectónica la asumió Fray Antonio de San José, reforzó su culminación el arquitecto real José Pérez Descalzo, complementó los trabajos decorativos y de yeserías, José Ganga. Construida sobre el asentamiento de una supuesta iglesia mudéjar, sustituyó una de las mezquitas musulmanas de finales de la Edad Media. Nuevamente edificada en el siglo XVIII, dada su ruinosa conservación ante una deplorable pobreza parroquial. Satisface la nueva basílica la clásica arquitectura barroca murciana de cruz latina con capillas laterales comunicadas. Pilastras gigantes, arcos fajones, bóvedas de cañón y cúpula en el crucero; lo que otorgarán al templo unas acertadas proporciones en la más perfecta de las armonías. En el arranque de los arcos fajones se produce un cornisamento de gran potencia. Exteriormente, destaca su cúpula octogonal con techumbre de perfil curvo-contra curvo, elevado sobre un cuadrado del tramo central del crucero. En sus esquinas figuran unos bloques colocados en el encuentro de los tejados, a dos aguas. Resultando una obra extremadamente intelectual, sujeta a disciplinas decorativas con una proximidad en sus molduras al nuevo estilo rococó.
Su innovador Retablo Mayor, igualmente del mecenazgo de Zapata, quien dispuso su sepultura bajo el mismo, aunque no todos los historiadores aseguran que sus restos descansen allá, incumpliendo sus últimos y merecidos deseos. Gran parte de la imaginería es obra del célebre escultor murciano, Francisco Salzillo[31], destruida en nuestra Guerra Civil, así pues, el Titular, La Asunción y El Padre Eterno, fueron restauradas y por ello devaluados. Uno de los torreones conserva una desconocida y valiosa colección de casullas bordadas en oro, regalo del culto benefactor, al igual que otras tantas joyas religiosas[32] a la parroquia. Tuve la oportunidad de apreciar tales atuendos, cortesía de D. JuanTudela García, deán de la catedral de Murcia y párroco de la actual iglesia. Mi eterno agradecimiento al hacer posible la razón de esta publicación, permitiendo la difusión de la cultura al desvelar desconocidos hallazgos de los recónditos e inéditos tesoros de nuestra Región. Su cariñosa y amable ayuda siempre estuvieron presentes cuando lo demandé.
El Doctor Zapata en sus últimos años se dedicó a ver resurgir el majestuoso templo que alejara su tacha judaizante[33], generó una gran fortuna. Su mítica biblioteca, entre las mejores de la Corte, testigo de excelentes tertulias científicos-literaria, reunía lo destacado de la intelectualidad española. Especializada en temas médico-químicos, contaba con mas de 700 volúmenes: cuantos novedosos compendios se podían desear, en diversidad de idiomas, él dominaba algunas lenguas. Incluía todas las obras prohibidas por la censura de la época.
La Gaceta de Madrid del, 8/8/1745, informaba de la muerte e inhumación a San Nicolás de Bari en Murcia, del ilustrado e inolvidable Excmo. Sr. Dr. D Diego Mateo Zapata de Mercado (Murcia, VIII.1664-Madrid, VII. 1745). Símbolo de innovación y reformismo, de lucha contra la intolerancia al movimiento científico español, prestigioso clínico, defensor de los procesos químicos de la medicina. Sus restos descansan a perpetuidad en el más distinguido lugar de un templo católico, su retablo Mayor. Última y perspicaz victoria del astuto pensador murciano ante una férrea y engreída Inquisición.
Murcia, a 18 de enero 2020
Dr. Cayetano F. J. Pérez Gómez
Profesor e investigador de la Universidad de Murcia
Ciencias Sociosanitarias (Facultad de Medicina)
[1] Mezquitas de una población destinada al culto del judaísmo y al estudio y la meditación de sus escrituras.
[2] Los médicos insinuaban que eran calenturas malignas, dolores de costado y tabardillos que a los enfermos daban muerte con mucha celeridad (Martín de Reina y Narváez).
[3] Los Zapata y de Mercado eran comerciantes dedicados al negocio de la seda, e inmigrante vía Toledo.
[4] El Tribunal del Santo Oficio amonestó a los ejecutores del tormento por la excesiva rudeza al sentenciar a la Sra. de Mercado. El tiempo de condena de Clara fue dudoso unos hablan de cárcel perpetua otros de 3 años de cautiverio. Se desconoce si hubo permuta en ella.
[5] El Santo Oficio fue instrumento de poder político y eclesiástico, de extrema dureza represora al servicio de la confesionalidad católica. Disciplinaba socialmente a los estamentos poblacionales sin ecuanimidad. Controlaba la conducta, la practica social, religiosa e ideológica del pueblo. Nada equitativo y con privilegios sobre algunos estamentos de poder, favoreciendo a convenientes grupos sociales.
[6] "Marrano", termino que alude a los judeoconversos que conservaban ocultas sus costumbres religiosas, justificado y argumentado por sus rabinos que debían fingir convertirse a otras religiones, exentos de su practica de culto. Solo se les exigía mantener la fe en sus conciencias. Zapata confesó y se retractó ante la Inquisición ser cristiano bautismal, instruido maternamente en la fe judía (1673)
[7] Pedro Heredia seria su maestro en el aprendizaje inicial. Sus estudios de gramática, regidos por los presbíteros de la Parroquia de S. Pedro: Andrés del Campo y Pedro Luis.
[8] Por falta del certificado de limpieza de sangre, no consigue el grado de Bachiller en Artes. Se traslada a Alcalá de Henares como "falso Bachiller", accediendo a la matricula en la Facultad de Medicina (1684-1686) alterna en círculos criptojudios.
[9] Su maestro y amigo, el Dr. Francisco Enriquéz de Villa-Corta, quiso emparentar con Zapata, propuso nupcias con su atractiva y distinguida sobrina, mas el estudioso mostraba toda su atención a la ciencia y descuidó el amor por razones obvias.
[10] Existían mas ayudas y protección para estudiantes pobres. Menos controles en las falsificaciones de Bachiller o certificados de limpieza de sangre.
[11] Defendió posturas distintas: defiende inicialmente la medicina clásica, ataca ferozmente la circulación de la sangre de Harvey; posteriormente ofrece su apoyo a los autores filochymicos, se erige defensor de la medicina química. Con la raza judía se distanciaba por interés (negó auxilio médico al padre)
[12] Mendiga las limosnas y caridad de los conventos.
[13] El Protomedicato lo envidiaba, aceptaba y reconocía su extraordinaria preparación médica.
[14] El Protomedicato le aceptó solo el Grado bachiller en Medicina, por la Universidad de Sigüenza.
[15] A finales de 1686, se establece en Madrid. Su protector, el doctor Francisco de la Cruz, de su circulo de judeoconversos le facilita la entrada al Hospital General como practicante (1687-1689) accediendo al grado de "practicante mayor" para poder actuar como médico. El mismo mentor le consigue el Grado de Bachiller en Medicina por la Universidad de Sigüenza, menos hábil a las falsificaciones de la limpieza de sangre.
[16] Violento discurso de censura, oral o escrito, contra alguien o algo.
[17] Que provoca la formación de vesículas o ampollas en la piel.
[18] Para López Piñero existen cuatro tipos de médicos: los Galenistas ortodoxos, extremistas quienes solo aceptaban las teorías de la medicina dogmática de Galeno e Hipócrates, con poder sobre la enseñanza y de escasa fuerza social. Los Galenistas tradicionalistas, científicos moderados con posturas entre los menos transigentes y mas receptivos a las nuevas ideas, se acomodaban a los principios clásicos, aceptaban que la circulación de la sangre de Harley estaba contemplada en la medicina medieval de Galeno. Otros autores distinguen entre los médicos Novatores o innovadores, los yatromecánicos que sustituyen la interpretación humoral de la enfermedad por el estudio de las fibras motrices; y los yatroquímicos, seguidores de Paracelso, quienes interpretan la enfermedad como resultado de anomalías en la fermentación interna del organismo. Reunieron estos últimos mas simpatizantes que los anteriores, aquí se posicionó, Zapata.
[19] No existen pruebas visuales de Zapata. Tan solo una descripción física del primer proceso inquisitorial: varón pequeño y fornido, casi redondo, cargado de espalda, moreno claro de rostro, marcas de viruela en la cara, negros ojos, nariz y boca grande, pelo crespo castaño oscuro. Testificaron médicos y cirujanos de la Inquisición, <...faltarle testes, escroto y casi el miembro viril> a causa de una enfermedad. Tal defecto físico sería usado en su contra (Luis Spinardo hizo alusión a la castración de Zapata).
[20] Generó un sagaz plan por el cual se hizo imprescindible en destacados círculos de poder científico-sanitario madrileño. Se posicionó estratégicamente, adquirió ideas de la cúpula del Protomedicato y las Cátedras de Universidad. Su dialéctica, su conocimiento médico razonado y la experiencia le dieron fama y respeto social entre los Grandes e Ilustres de España.
[21] Las Reales Academia de las Ciencias de la Salud, se gestaron en las antiguas reboticas al compartir observaciones de campo sobre el estudio de la salud. Diego Mateo Zapata de Mercado, fue el fundador de la primera Real Academia de Medicina española. Entre sus ordenanzas se autorizaba el uso de fármacos químicos por el bien del enfermo. La Real de Medicina murciana tiene reflejadas en sus actas que la Iglesia de la Academia debe ser San Nicolás de Murcia, en honor y respeto a quien tanto deben.
[22] Algunas no conservadas y publicadas de forma anónima, tales "Como los días son tan apacibles..." crítica a un memorial de Juanini sobre cirujanos de la corte. "Ocios Blasfemos", obra de Zapata sin ejemplares conservados en respuesta a "Ocios de un médico filósofo", de Gámez.
[23] Demostrando su elegante supremacía frente al médico veronés, J. Gazola en "El mundo engañado por los falsos médicos critica contra matasanos, curanderos, sangradores, barberos, pretendidos médicos, cirujanos y boticarios."
[24] El sambenito era una prenda utilizada por los penitentes católicos para demostrar arrepentimiento, utilizada por la inquisición española para señalar a los condenados por el tribunal como símbolo de infamia.
[25] Planeó un ventajoso matrimonio in articulo mortis. Cortejó y se desposó con la hija de un familiar de la Inquisición, Juana de Escobar y Castro, más arrastra un cruel defecto físico que le impide consumar el matrimonio y surge la nulidad eclesiástica.
[26] La perdida de la mitad de sus bienes se hizo efectiva. Pactó conservar la mitad de su excelente biblioteca.
[27] Financió Zapata en Murcia algún Lazareto u hospital de pobres.
[28] Su ilustre matrimonio le reportó excelentes ventajas, le abrió puertas, recomendaciones, triunfos.
[29] Las actividades de prestamista le otorgaron gozar una noble fortuna. Negocios de Zapata a nombre de Palacios.
[30] San Nicolás de Bari, celebra todos los lunes sus caminatas, curiosa y respetuosa peregrinación desde la casa del penitente a la iglesia para el rezo de su oración. Tres caminatas consecutivas facilitarán las peticiones al santo.
[31] Uno de los más célebres escultores españoles y murcianos del siglo XVIII, D. Francisco Salzillo, bautizado en San Nicolás, donde posteriormente se desposó. Autor de la imaginería, los medallones que presiden las puertas de acceso. Se duda, sí las estatuas de retablo mayor, pertenecen a Salzillo o Mena.
[32] Joyas religiosas: ornamentos y relicarios, caja de oro y plata, atriles, cruz, platillo de vinajeras y campanilla, marcos, cáliz, caja para hostias, figuras a lo turco, abrazaderas de misales... Cruz Valdovinos JM. En Estudios de platería. San Eloy 2006. Donación de alhajas y ornamentos del médico Diego Mateo Zapata en 1731 a San Nicolás de Murcia (y noticias sobre tasadores en la corte).
[33] Mantuvo conducta intachable de un supuesto piadoso y católico devoto.