ENIGMAS, MENTIRAS, HIPÓTESIS,...ABSURDECES DEL PÉRFIDO TIEMPO.

05.01.2020

El universo es un impío enigma en un estado placentero, obediente a sabias leyes y extraordinarios cálculos reglados y constantes. Algunos astros giran sobre si y alrededor del sol, respetando una asombrosa sincronía, cuya influencia sobre el ser vivo tiene curiosas consecuencias, una de ellas es el tiempo.

El tiempo siempre ha sido el extraño misterio de la humanidad y un gran desvelo científico. Su influencia generará transformaciones en los seres vivos y afectará al medio ambiente, los humanos tratamos de ordenar los acontecimientos que nos suceden en el tiempo. Éste, resulta imposible someterlo al capricho del hombre. Puede parecer engañoso, desmedido, cruel y traicionero.

Para cuantificarlo se requiere la distinción entre el día y la noche, las doceavas partes de cada jornada originarán sus horas, con diferencias entre las presididas por el dios sol o sufriendo la cruel oscuridad de la poderosa luna, mostrándose versátiles con el trascurso de sus estaciones.

Niegan los físicos la existencia del tiempo, resultará pues imposible su detección por los sentidos, los relojes serán incapaces de cuantificar algo invisible. En su defecto, su medida queda limitada a las normas sociales que discurran entre pautas repetitivas: la bajamar y la pleamar; el orto y ocaso del sol; posicionamientos de la luna u otros astros.

Es evidente que todo cuerpo real se extenderá en sus cuatro dimensiones, tendrá una longitud, presentará una anchura, ocupará un espesor y el proceso descrito tendrá una duración conocida como <la cuarta dimensión>. Los científicos de la Europa progresista dudaban que esas tres dimensiones de Euclides, fuesen concluyentes en la física: los geómetras aseguraban que esa cuarta dimensión desconocida, debía ser perpendicular a las ya existentes, hubo una época en la Inglaterra victoriana que la cuarta dimensión justificaba lo imperceptible, lo mágico u oculto. La cuarta dimensión hoy es conocida como el "tiempo", nadie ha sido capaz de verlo, aunque se podía expresar mediante fórmulas matemáticas e incluso imaginarlo. Es el tiempo un fantasma del movimiento, para su cálculo recurrimos a la cinética solar o de otros astros (Hobbes, 1655). Newton lo consideró independiente del espacio: mientras el espacio es considerado inamovible, el tiempo pasa sin influencia externa. En él, todas las cosas respetan un orden; en el espacio, en cambio, quedan juntas. Su combinación nos delata su coexistencia. Los eruditos mantienen que el tiempo es otro tipo de espacio.

El tiempo moderno es irreversible, inexorable e irrepetible. Aristóteles, aun dudando de su existencia, afirmó que estaba formado por no-seres: el pasado había dejado de ser, el futuro todavía no lo era y el presente, era y no era a la vez en todos y cada uno de sus puntos. San Agustín de Hipona corroboraba lo aristotélico, asegurando que el tiempo fluctuaba entre la existencia e inexistencia, entre lo conocido y lo desconocido, precisaba que daba la sensación de ser, aunque estaba formado de no-seres; y establecía así el concepto de tiempo en su profunda paradoja:

<Parece que sé lo que es, mas cuando alguien osa preguntarme, entonces, dudo y ya no lo sé>.

Profundizaba, sí nada pasase no habría tiempo pasado, si nada sucediese no habría tiempo futuro y si nada existiese no habría tiempo presente. Como pueden ser aquellos tiempos (pretérito y venidero), si el uno ya no es y el otro todavía no es. Sí fuese siempre el presente, hablaríamos de eternidad. Mas si el presente para ser tiempo ha de pasar, como convencer que existe únicamente cuando la razón de su existencia es el dejar de existir.

Es muy voluble la noción de tiempo, depende de la disciplina que lo aborde: los relojes biológicos reflejan los tiempos de la medicina, los físicos hablan de un tiempo cuantitativo, operativo y preciso, <la cuarta dimensión>; existe un tiempo poético, metafísico no cuantificable.

El descubridor de la ingeniosa relatividad, aclaraba su definición con simpleza y humildad, <es como cuando un desagradable minuto nos parece una interminable hora o una placentera hora resulta tan escasa como un fugaz segundo>. Einstein relativizó el tiempo, según su teoría los posibles observadores estaban relacionados por transformaciones de simetría, lo que hace poder reproducir sus experiencias desde cualquier lugar. En su relatividad especial se eliminan las nociones absolutistas en el tiempo, espacio y velocidad, por no ser observables. Su relatividad general incorpora a la física la idea de espacio-tiempo, ahora dinámico e influido por la masa, carga y energía, relacionados por la sempiterna y eficaz ecuación de la Energía. El Dr. Hawking relacionaba el espacio-tiempo con la geometría del universo en su famosa "Historia del tiempo. Del Big Bang a los agujeros negros".

Aseguran los eruditos que viajar en el tiempo sería posible, mas sin tanta fantasía ni grandiosidad como derrocha la ficción, se deben admitir ciertas discrepancias entre nuestro tiempo y el tiempo visitado, pues la duración de la jornada (tiempo desde la partida hasta su llegada) no es la misma: al futuro llegaríamos con retraso, al pasado nos anticiparíamos; los viajes a pasados muy lejanos pueden ser anteriores a las partidas, obedece esto a la existencia de dos dimensiones del tiempo independientes, pues no es el tiempo una línea recta, sino un plano; dos sucesos pueden pues tener dos distancias desiguales si están más separados en una de las dos dimensiones que la otra. La vida de la gente común muestra líneas diagonales rectilíneas a través del plano del tiempo. La vida de un viajero en el tiempo es una curva de inclinación variable, por ello viajar a tus años jóvenes no te asegura encontrar a los tuyos, pues estás separado en las dos dimensiones distintas del plano.

Existen dimensiones temporales y espaciales, el tiempo es una de esas cuatro dimensiones mencionadas, las cosas perdurables están situadas en distintos estadios, con diferentes tiempos y espacios. Un viajero en el tiempo es un todo compuesto de estadios (vetas) situados en distintos momentos y lugares. Si viajas al pasado la veta trascurre en zig-zag y si lo haces al futuro existe un estiramiento de esa veta. Contabilizan en el viajero dos tiempos distintos y dependientes, el personal y el externo. El primero es equiparable con distancias sinuosas y el segundo asegura trayectorias rectilíneas, son dos estadios diferentes situados al mismo instante, pero en distintos lugares.

Conforme envejecemos, el tiempo nos agobiará, se nos hará crítico y valioso; debiendo priorizar su utilidad. Seguro faltará.

"Ora ríes, ora lloras. Traidor, egoísta, desaprensivo, vengativo... El gran impostor de la humanidad. Carece de aliados, no pacta con adversarios. Jamás subestimes al tiempo. Te traicionará"

                                                       Puerto de Mazarrón 15 de agosto 2018 

                                                              Dr. Cayetano F. J. Pérez Gómez