LA VIEJA ESPAÑA DE COLÓN









Cuba fue descubierta por Colón[1] en su afán de localizar rutas alternativas a las Américas. La Corona española fundó sus primeros poblados e inició la explotación natural de la isla (minería y agricultura). La Habana se consolidó como puerto de concentración de la flota de las Indias, su actividad más importante fue la cría de ganado en grandes haciendas (Hatos) y el cultivo de la caña de azúcar, lo que generó la esclavitud africana (1595). En 1868, se creó la república y con ella la abolición del cautiverio negro tras diez convulsos años de supremacía española, aunque sin el cese total de los conflictos. Se fundó el Partido Revolucionario Cubano conciliando los intereses entre las clases y las fuerzas sociales, lo que abocó a 3 largos años de lucha sin lograr estabilidad. Los grandes intereses comerciales americanos provocaron una intervención militar, que aniquiló a la flota española y mediante el Tratado de París (1898), se adueñaron hábil y fugazmente de Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
Actualmente Cuba es una República socialista de obreros, campesinos e intelectuales; situada en el Caribe o las Antillas, a la entrada del Golfo de México. Aunque el archipiélago lo forman numerosos cayos e islas, Cuba[2], con forma de caimán es el centro científico, político y administrativo del país, con 11 millones de habitantes distribuidos en 14 provincias; cuna de los estilos clásicos de bailes como el bolero, el mambo y el cha cha cha. < el criollo, dicen, habla cantando y anda bailando>. La Habana, su capital, es la más poblada del Caribe, conocida como la ciudad de las columnas, su Capitolio se inspiró en el americano.
El país denota una alta seguridad ciudadana incluso en su madrugada, viven sin temores excepto sus miedos al régimen y son discretos con los inminentes reajustes yanquis (Donald Trump). Son gente sencilla, alegre y cariñosa; muestran un decoroso respeto con España, a la que refieren, como <la madre patria>. Bromean asegurando que, el tomado de su piel es obra nuestra. Existe un variopinto mestizaje (castizo, mulato, tercerón, cuarterón...) y, sí delatan un cierto racismo.
Aunque no se detecta la extrema pobreza latinoamericana, carecen de multitud de productos básicos en sus maltrechos colmados; a más de los escasos alimentos disponibles en sus cartillas de racionamiento, que les condenan a monótonas e insanas dietas.
Su escepticismo, quizá por herencia africana, les hace creer en la superchería, tiran cubos de agua a la calle en Nochevieja para deshacerse de lo peor del moribundo año. Sus salarios son vergonzosos, sea cual fuere la categoría laboral rondan los 25-30 CUC[3]/mes. Los médicos perciben por encima de los 60 CUC, fluctúa según la especialidad. Está en plena evolución lo que llaman <cuentapropistas>, sin libranza del abusivo impuesto.
La Educación y la Sanidad son prioritarias y gratuitas, incluidas la inseminación artificial y el aborto; aunque pude comprobar un cierto desabastecimiento de medicinas en farmacias además de útiles básicos boticarios, e instrumental médico de ambulatorio y hospitalario. En las calles presiden mensajes de alabanzas y gratos recuerdos a su Revolución. Tienen un servicio militar obligatorio tras su educación secundaria, un año para los futuros universitarios y dos para los desertores culturales; a los galenos se les concede el privilegio de estar exentos de la milicia. Terminada la Universidad, el Estado se cobra su inversión, tres años de libre disponibilidad del sujeto formado.
Cuba resultó adelantada a Latinoamérica en la avión internacional (Cayo Hueso, 1913), su marina de guerra hundió el único submarino alemán del Caribe durante la segunda mundial y fue pionera en los vuelos espaciales (Armando Tamayo, cosmonauta a bordo del Soyus 18 en 1980). La Gaceta de La Habana se publicó en 1764, su primer ferrocarril se adelantó once años al español y su alumbrado eléctrico, data de 1889.
Solo en Matanzas es capaz de crecer la orquídea más diminuta del mundo, la Alessandrinea purpurea, su flor es del tamaño de un grano de arroz. El agua violácea del río Táliz se debe a la extremada concentración azufrada. La Eleutherodactylus iberia o ranita de monte Iberia, es el anfibio más pequeño del planeta de origen cubano.
El primer banco de sangre cubano se estableció en 1945, la primera anestesia con éter fue administrada en 1847 por el cubano, De Castro. El primer Departamento de Rayos X se fundó en 1907, en el Hospital de las Mercedes. La alfarinina, descubierta en 1901 por un científico cubano, el Dr. Alfaro, es utilizada en la lucha contra el Micobacteryum lepre. Adelantaron a Norte América en el uso de su intensa energía solar.
Cuidan mucho la educación de sus vástagos que lucen por doquier rigurosamente uniformados, diferenciadas sus edades por colores. Cuba posee una tasa de albabetización del 99,8 %, la más alta del mundo. El país ha dado al mundo excelentes jugadores de ajedrez (Capablanca "el Mozart o la máquina del ajedrez entre 1921-1927").
La caña de azúcar la transforman en guarapo o jugo de caña, éste lo convierten en alcohol, surge el aguardiente que por destilación obtienen Ron.
Sobre la aparición del Ron en El Caribe, debió ajustarse poco más a lo que me aventuro a describir:
"...tras una monótona y agotadora jornada laboral en una hacienda negrera cualquiera, un desecho de caña de azúcar debió quedar en el olvido, abandonado a su suerte y a la intemperie. La madrugada con su rocío prepararía tan deliciosa mercancía, manjar para miles de levaduras de nuestro aíre. La calidez climática aceleraría el final de aquella desconocida y embriagadora pócima, capaz de reponer las fuerzas del desgraciado esclavo y llevar su cautiverio con mayor entereza y dignidad. Tal mejunje, consecuencia de la fermentación natural, sería el Ron."
Los ingenios son antiguas productoras azucareras, cuya fuerza motril en los trapiches[4] donde se hacía la molienda de la caña eran de origen animal (bueyes), al igual que el tiro de transporte desde su cañaveral. En 1830, existían miles de Ingenios con una producción de 94 mil toneladas de azúcar. El Valle de los Ingenios en Trinidad, Patrimonio de la Humanidad, conserva algunas ruinas como Manaca-Iznaga, Buena Vista y Delicias.
El tabaco cubano, considerado el mejor del planeta, le hace único y exclusivo su suelo, el clima, la variedad de la Nicotiana tabacum y el saber hacer de sus vegueros y torcedores. Aunque persisten sus cafetales, hoy han perdido su antiguo liderazgo.
José Martí y Pérez (La Habana, 1853; Dos Ríos, 1895) es su héroe nacional. Político, escritor, profesor, orador, periodista y poeta. Siempre será recordado como el gran revolucionario y libertador del siglo XIX, su ideología basada en la moralidad, la justicia y la libertad. Apodado el Apóstol cubano. Su obra constituye el modelo actual de la Escuela Primaria. Sus restos descansan, cumpliendo sus deseos, en el Cementerio de Santa Ifigenia de la ciudad de Santiago, donde mostramos nuestro respeto.
Nuestro recorrido de Este a Oeste de la isla, comenzó en Santiago, su antigua capital (1515-1589), defendida celosamente por la Fortaleza de la Roca del Morro y el emblemático Cuartel Moncada, inicio de la sublevación castrista; con un atractivo casco antiguo de estilo colonial y republicano, impregnado sin descanso de los ritmos caribeños, donde se localiza la casa de Diego Velázquez, primer gobernador cubano. En el Cerro de Maboa, se ubica el venerado Santuario del Cobre, luciendo sus colinas cual manto de oscuro mineral. Bayamo, fue la tierra natal de Céspedes y lugar de inspiración y creación de su himno nacional.
El éxito del cultivo del azúcar de caña hizo que sus habitantes fundasen Camagüey desobedeciendo toda norma lógica y ley urbanística, creando verdaderos laberintos entre calles y callejuelas, plazas y plazoletas, de manzanas irregulares desorientando al extranjero y quizá protegiéndose de sus saqueos. En el parque Guanayara, el salto del Caburní hiela la sangre, los estanques y el sendero del rio Melodioso rememora mágicos cuentos. En Santa Clara la celosa custodia del Mausoleo de Ernesto Guevara, daba idea de su calado ideológico. Nuestra experiencia con los placeres del Caribe nos la ofreció el Cayo Santa María. La elegancia de las majestuosas mansiones en Sancti Spiritus y Trinidad, reflejaba la importancia azucarera, en otros tiempos, de su Valle.
A lo lejos, Avistada en una profunda bahía resplandecía el tesoro del Caribe, pavoneándose con prepotencia y chulería la ciudad de las devastadas pero distinguidas moradas, donde lo neoclásico y lo barroco se acariciaban. La Habana nos transportó a un peculiar pasado decadente y anacrónico; el tóxico olor de la nefasta combustión de sus agonizantes "carros" desmentía que fuese mera ensoñación. Callejeando, perdidos entre las mal conservadas callejas, hasta arribar a la antigua herencia de la corona española, La Vieja Habana, entre decrépitos y desconchados palacetes de suntuosos y elegantes balcones casi camuflados tras los odiosos tenderetes de nuestra civilización, en contraste con un exuberante, aunque "andamiado" Capitolio. Señoriales fachadas de hortera iluminación multicolor y multitud de plazas, La Vieja, La de Armas, La de la Catedral. Deambulamos en busca de su mítico Malecón, cruel carcelero del malhumorado Neptuno pero dócil morada de amantes y soñadores, ofreciendo aquellos inolvidables atardeceres. Canciones a ritmo de Son y Guaracha alegraban la ciudad, una "manisera" voceaba su suculento sustento; lejos de allí, en otro ruin y lejano garito, la esbelta mulata de eróticas curvas con largas y sensuales piernas, practicaba el más antiguo de los oficios. Abarrotados tugurios, deambular de fracasados bohemios, Floridita, La Bodega del Medio..., agolpaban al fisgón y sediento forastero. Una pitonisa decía lo que dos bobos deseaban oír. Al doblar la esquina, dos lugareños con clásicos atuendos de antaño, olfateaban el dinero fácil.
Un pegajoso y nauseabundo calor idiotizaba mí ya gandul función cerebral, aunque una sutil e ingeniosa brisa marina me avivaba, devolviéndome a la sensatez y la cordura. Por un momento, me creí un aturdido viajero del tiempo transportado a un raro y remoto destino; ¿o..., quizá lo leí, lo soñé o lo imaginé? conservaré de allá ese grato fugaz despertar, o aquella agradable duda existencial.
Nuestra nave invadía el cielo cuando Fidel fenecía. El mundo hace tiempo que aguarda expectante el esplendor de esa vieja España, <La España de nuestros Reyes Católicos>.
La Habana 24 de noviembre de 2016
Dr. Cayetano F. J. Pérez Gómez
[1] Colón y los Reyes Católicos firmaron las Capitulaciones de Santa Fe, pacto de condiciones o acuerdos por el cual la Corona española financiaba la expedición de Colón que establecía que el navegante sería nombrado almirante de la flota, virrey y gobernador de las tierras descubiertas. Concediéndole 1/10 de la riqueza obtenida.
[2] Los aborígenes la llamaron Cuba; Colón Juana, en honor a la hija de los Reyes Católicos.
[3] El CUC equivale aproximadamente al Euro.
[4] Los Trapiches eran molinos utilizados para extraer el zumo de frutos de la madre tierra.