LAMENTOS DE UNA GUERRA <LA REBELDIA DE MURCIA>
"Murcia, no se doblegó ante la sublevación nacionalista, permaneció fiel a la II República"
La defensa de Murcia durante la Guerra Civil
La sublevación militar[1] de los nacionales al mando de Mola y Franco, en julio de 1936, en la Región de Murcia, fracasó. (Imagen 1) Nuestras instituciones[2] civiles y militares permanecieron leales al régimen republicano de abril de 1931 y al gobierno del Frente Popular, democráticamente elegido en febrero de 1936. Los trágicos hechos se centralizaron en sus 3 grandes ciudades.

En nuestra capital, el 6º Regimiento de Artillería quebrantó las ordenes de la Guardia Civil; a su vez, las milicias obreras rodearon el Cuartel de Artillería del Barrio del Carmen. En Lorca, los milicianos acordonaron las dependencias de la Benemérita y detuvieron a dirigentes falangistas. En Cartagena, el alzamiento de oficiales fue neutralizado por la marinería de la Base Naval del Arenal[3].
En contraposición, la base aeronáutica de San Javier se declaró a favor de la sedición, sin tomar parte activa en el proceso; aunque, pronto, sin apenas resistencia, fue derrocada. Igualmente, sería reducida la subversión de la Guardia de Franco en la Mancha (Albacete y Hellín). Tan solo una columna al mando del falangista Fidel Hurtado, en el Valle de Ricote, ofrecería apoyo a los nacionales. Los Alcázares fueron sede de la 2ª Región Aérea del Ejercito del Aire republicano. Controlando Murcia, Granada y Jaén.

Nuestra antigua Región, constituida por las provincias de Albacete y Murcia, formaban parte de la III División Orgánica del Ejercito Republicano, con sede en Valencia. Aun desempeñando Murcia un punto de retaguardia[4] en el lamentable altercado, la importancia bélica de la provincia resultaba vital tras el triunfo franquista en la toma de los Puertos de Cádiz y Ferrol. Cartagena[5] se proclamaría como imprescindible y operativo puerto estratégico de la flota republicana. Por ello, obligaba a ser celosamente custodiado. Contaba la ciudad portuaria con el 3º Regimiento de Artillería de Costas y las flotas de cruceros, destructores, acorazados, submarinos y lanchas torpederas de la URSS. Protegida por 6 baterías antiaéreas desde Cabo Tiñoso a Cabo Negrete. Dotada de una amplia red de baterías costeras del Plan de defensa de 1926(Imagen 3). Se pretendía extremar el resguardo de este punto clave por aire, tierra y mar.

El general Martínez Cabrera ideó un proyecto de defensa terrestre en 1936, cinturón de protección desde Águilas a Guardamar del Segura, aprovechando sus ríos, Guadalentín y Segura, buscando el cobijo de las Sierras de Almenara, Carrascoy y Escalona.

Se creó una zona en la línea defensiva terrestre plagada de casas camufladas con matorrales, trincheras, alambradas, refugios y nidos de ametralladoras en Águilas, Lorca, Totana, Alhama (Imágenes 4 y 5) y Murcia; para hacer invulnerable a Cartagena ante un inminente ataque.

Tal defensa se reforzaría terrestremente por la Base-Escuela de Tanques soviéticos de Archena (Imagen. 6), creada en octubre de 1936, la ventaja que brindaba la orografía del valle de Ricote y su cercanía al puerto cartagenero, seria sagazmente aprovechada. El general Dimitri Paulov, fundó la primera y eficiente Brigada de Tanques del Ejercito republicano. Adiestró el ruso a camioneros, taxistas y conductores de autobuses para tan delicado y preciso menester.

Además, se construyeron refugios antiaéreos en la roca del monte del Castillo. La sanidad fue cubierta con numerosos y diseminados hospitales de Sangre[6](en Archena, utilizaron su popular balneario), el hospital Universitario Federica Montseny, ubicado en los Maristas de la Merced[7] (actual Facultad de Derecho) o en Torres de Cotillas[8] (Imagen 7.); contaron con una extraordinaria labor sanitaria de las Brigadas Internacionales. Una docena de aeródromos se repartieron estratégicamente en el Carmolí, Alcantarilla, La Aparecida, El Palmar, Puerto Lumbreras y Guadalupe. Con dos bases centrales, los hidroaviones de los Alcázares; y la base aeronáutica naval de San Javier,

escuela de combate, bombardeos y observación, sede de la jefatura de escuelas de la fuerza aérea republicana. El Comité de Defensa Aérea construyó refugios antiaéreos para la protección civil (en Santo Domingo y el militar del Salitre en la capital, la huerta ofrecía una buena defensa con su absoluta deslocalización; el Cerro de la Concepción, en Cartagena; en Mazarrón, por sus cercanías con la ciudad portuaria construyeron 7 refugios, uno de los mas destacados ubicado en el Cabezo del faro).
La flota republicana fracasó en su bloqueo del estrecho de Gibrartar y el coronel golpista, Yagüe, unió las partes sublevadas con la toma de Badajoz. Se creó un falso e irrespetuoso Comité de No Intervención Europeo. La URSS ayudó a la II Republica; Alemania, Italia y Portugal, se posicionaron con los golpistas.

Largo Caballero[9] no evitó el derrumbe de Toledo, se cercó Madrid y el gobierno republicano huyó a Valencia. Los primeros soldados de las Brigadas Internacionales asentaron su base en el aeródromo de los Llanos de Albacete. Un submarino de la Alemania nazi torpedeó el buque Cervantes, en el puerto de Cartagena[10]; y la Legión Cóndor "Nazi" [11] (Imagen 8.) se ensañó bombardeando con agravio su ciudad, popularmente, <el bombardeo de las cuatro horas>. Figura 15.
Al inicio de 1937, los sublevados se hacen de Málaga y los republicanos (Imagen 11) vencen en Jarama y Guadalajara. Cae, igualmente, Cantabria por los rebeldes. En Cartagena hunden el acorazado republicano, Jaime I, en el muelle de la Curra. Pese a la derrota de Teruel, surge el mayor enfrentamiento naval con la victoria republicana en la batalla de Cabo de Palos (Imagen 9). Los amotinados cortaron la conexión republicana entre Cataluña y el Levante. Mientras tanto, los bombarderos de la aviación de

Mussolini (Imagen 10,) enfurecidos, descargaron su ira en nuestras costas, con un despiadado número de victimas en Cartagena y Águilas. La retirada de las Brigadas Internacionales por Negrín y el fin de la Batalla del Ebro, indicaría que la derrota de la República era un hecho consumado. Tras la rendición de Cataluña y la dimisión de Azaña como presidente de la Republica, su única opción de pervivencia sería internacionalizar el conflicto en la inminente Segunda Guerra Mundial.

Las baterías de la costa murciana que protegían a Cartagena se someten al poder de los nacionales. La recuperación del puerto de Cartagena por la Brigada 206 no impediría la derrota final de la República. Tras la toma de Madrid los amotinados consiguen el Levante, sin fuerte resistencia.
Desolador aquel panorama de una devastada, maltrecha y ruinosa región,[12] dedicada prudentemente a sus labores agrícolas.
Procuro al lector un traslado al patético y azotado lugar donde transcurre la narración en mi imaginación o sueños:

"Aquel fugaz y rebelde amanecer, presto desterraría con agresividad la agónica noche. Su oscuridad, cobijo del desvalido, provocaría cegueras adversarias. El hombrecillo se procuraba la invisibilidad entre una fétida zahúrda, los restos de la despiadada aviación y el pertinaz hedor a muerte de sus caídos. El huido acechaba al zafio centinela en espera de un desliz. Pan y restos de un rancio "pernil" se adivinaban en sus bolsillos. La vieja maleta mal encarcelaba sus enseres, presos reincidentes otra vez, de una roída cuerda. Dos niños caminaban a la par, entrelazaban sus manitas con fuerza y temor. El más pequeño, asustado, bebía sigilosamente sus lágrimas, sin levantar recelos, evitando la riña de un padre roto en su dolor, tras el último bombardeo sobre Murcia.

No muy lejos, el sucio y descuidado soldado, desde su insoportable levedad, murmuró horrorizado, testigo tras el horroroso estruendo de aquella olvidada y vieja mina: -una madre y esposa, diabólico pago en tan burda evasión-
...una vez en ambiente bélico, plasmo un paseo virtual de la contienda, imaginando estar inmerso en el sangriento combate, en tiempo real, a fin de obtener claro y vivo reflejo del imborrable conflicto... En nuestra capital (Imagen 13), a la altura de la calle Puerta Nueva, se observa un antiguo hospital

infantil, de construcción "Cuáquera" <cristiano-ingles> (Imagen 14) dirigido por Francesca Wilson, con una excelente labor demostrada en la Gran Guerra; aquí, alivia hambres a desdichadas madres y su descendencia; posteriormente, auxiliará a numerosas victimas del nacismo. Había apoyo y cooperación desde un modesto albergue en el edificio de "Los nueve pisos". La catedral es el estratégico escondite de obras de arte incautadas por un grupo antifascista denominado, Incautación y Protección del Tesoro Artístico, evitará su destrucción por los anarquistas. Cuatro hospitales, ocupados por las Brigadas Internacionales posee la capital, el Hospital Pasionaria (IES Licenciado Cascales), el Vaillnat-Couturier (Maristas del Malecón), el Hospital Federica Montseny, citado anteriormente (Claustro de la Merced) y el Hospital del Casino, localizado en la calle Trapería. Mantiene Murcia dos prisiones, la Prisión Provincial o Cárcel vieja y otra ubicada en el Convento de las Agustinas.

Alejémonos de la ciudad, en la zona del Valle Perdido y el Puerto de la Cadena, numerosas trincheras controlan el tránsito y la defensa hacia el puerto cartagenero. En la cadena, el bando republicano ejecuta "su paseíllo", traslado en furgón del condenado e inmediato fusilamiento cuando obligan al reo el abandono de su camioneta. El mismo deplorable acto ejerce el bando nacional en las paredes de los cementerios.

El Arsenal Militar de Cartagena, lugar de partida al exilio de Alfonso XIII ante la proclamación de la II Republica, desde su Palacio Consistorial, posterior sede de la Base Naval Republicana. En los campos deportivos cartageneros se fusila a una orden franquista. En su puerto ocurre la sublevación contra la republica, privándoles de sus barcos. La prisión de San Antón es el destino de presos políticos tras la contienda. El Parque de Artillería (hoy Museo Militar) lugar de enfrentamiento entre republicanos y golpistas, cuenta la ciudad con viejos refugios antiaéreos diseminados.
Caravaca actúa como cárcel de presos políticos, retiene en la Prisión del Partido del Castillo a republicanos derrotados. Colapsada la trena, trasladará sus detenciones a La Encomienda; después, al Castillo de la ciudad con torturas a manos franquistas. En los encarcelamientos no se discrimina entre niños, embarazadas y enfermos (el tifus acecha y extermina la población). Totana alberga la única escuela republicana de "Aviones Polimotores de Lébor". La plaza de toros en Lorca, es un campo de concentración y lugar de fusilamiento de prisioneros.

Archena destaca por su "Escuela Miguel Medina", emblema de la reforma educativa de la II República. Su balneario alberga los primeros mandos militares republicanos y rusos (Imagen 16) durante el conflicto. Los soviéticos impulsan la construcción de tres refugios antiaéreos, además de una escuela para adiestrar a los republicanos en las tácticas de guerrillas.
Consciente del transcurso en tan atroz y despiadada guerra, el gobierno español decide modernizar sus efectivos con la adquisición de armamento a la Unión Soviética[13], figuran tanques y blindados. Archena es un certero lugar como centro de operaciones y adiestramiento de su ejercito.

Este pequeño pueblo, raudo, queda transformado en una destacada unidad logística de guerra, defendida por carros de combate, 281 T26 y 50 BT-5, (Figura 17) lujo y orgullo de la brigada motorizada rusa. Su enclave defensivo obedece a una esmerada recomendación del Partido Comunista murciano: aquel balneario y su entorno ofrecen una discreta unidad de protección, accesible desde un ferrocarril cercano mas no próximo, sin evocar o inspirar su ataque; perfecta vigilancia bajo la desubicación de un valle montañoso ante insolentes escaramuzas enemigas, conectado el enclave por una carretera nacional y la morfología de un pueblo tranquilo y desapercibido al ojo espía (Imagen 18), con instalaciones ávidas de incautar o construir, provisto de un hospital militar.

Dicha base de operaciones queda bajo la defensa de un aeródromo en Campotejar, donde ejercitar prácticas aéreas, montaje y reparación de sus aparatos de combate y entrenamiento de las unidades adscritas de la milicia rusa y española. El buque Komsomol, desembarcará en Cartagena aquellas primeras 50 tanquetas y 40 vehículos blindados rusos, escoltados por 50 veteranos soviéticos, diestros en armamento y tanques, cuyo oficial al mando figura el coronel S.M. Krivoshein, con inminentes destinos a los frentes de Madrid y Teruel.
Finalmente, Cieza destaca por su campo de concentración en Ascoy y un refugio antiaéreo, situado en la Ermita del Santo Cristo.
El 31 de marzo de 1939, se confirman las conquistas finales con la entrada de la IV Brigada de Navarra. Almería, Murcia y Alicante fueron el gran parte de guerra de aquellos míticos "últimos objetivos militares que refirió el caudillo." (Figura 19).

Murcia fue de las provincias mas tardías en caer bajo el dominio del Bando rebelde. El miedo y terror masivo infringido a sus victimas en sendos frentes, intentó enmascarar la legalidad, el respeto y la justicia en el desmedido conflicto.
Postguerra y futuro republicano
Aquella necia guerra,[14] tocaba su fin, y nada tenían claro sus combatientes, la confusión y el engaño les superaba. A los derrotados les esperaba lo peor de la contienda. A sus arrastradas hambres (Figura 20) y crónicos abatimientos, había que añadir vergüenzas, humillaciones, odios, epidemias, depuraciones hasta brutales ejecuciones (Figura 21).

Imperaba cobardía y traición que degeneraron en angustia e inseguridad, todo les acechaba y les oprimía. Eran delatados por aquel chusco nacionalista, "el pan de la nueva España". Las amenazas de dar cobijo al bando republicano eran penados con la mísera vida del bondadoso u hospitalario.
Prestigiosos historiadores coinciden en la ferocidad y la sangre derramada en Paracuellos del Jarama y las fosas comunes del franquismo, las terribles represalias en Badajoz, el Guernica con sus atrocidades y las matanzas en la zona republicana de clérigos. La represión golpista fue organizada por grupos subversivos, dejando en las cunetas desaparecidos forzados. La República domina el caos, los nacionales imponen su terror.
El conflicto no acabó con la dictadura, se vivió una despiadada y sistemática represión y el exilio de la salida de los vencidos. La contienda se continuó con 40 años de dictadura, los republicanos siguieron su lucha en la Segunda Guerra Mundial o en la dictadura franquista en sus campos de concentración como presos esclavos.

El resultado final de la Guerra Civil española fue la abominable destrucción. Reemplazable en lo material (ciudades, campos y economía). Inolvidable en lo humano (desaparición, muerte en combate o retaguardia y los exiliados). Mas hubo una consecuencia aún peor, más dramática, más agresiva, alimentada de cólera y rencor -la Represión en ambos bandos-, sin respetar siquiera lazos de sangre. En la zona republicana, concentrada en grupos exaltados y descontrolados contra conservadores y religiosos; la nacional, al frente de militares con acción sobre brotes de resistencia republicana. España quedaría gravemente fragmentada. Sus heridas permanecen aun abiertas, sangrantes y dolorosas. Reclaman su férrea y latente venganza.
"Cuantos acontecimientos surgieron, quedaron grabados en las mentes de sus combatientes. La humanidad, cualquier día despertará, los revivirá y jamás nadie olvidará."
Murcia a 20 de enero de 2021
Dr. Cayetano F. J. Pérez Gómez
Profesor e investigador de la Universidad de Murcia
Ciencias Sociosanitarias (Facultad de Medicina)
[1] Iniciada en Marruecos los días 17 y 18 de julio, contra el gobierno del Frente Popular de la II República. Posibilitó el proceso la intervención de Miguel Cabanellas, general murciano y líder del alzamiento en Aragón y Juan de la Cierva, nuestro descubridor del autogiro, desde Inglaterra fue el valedor del "Dragon Rapide", avión que transportaría a Franco desde Canarias a Marruecos.
[2] El pueblo murciano favorecería la instauración de la II Republica. Aportaría sus efectivos a los ejércitos y frentes de combate, mantendría su poderosa industria bélica, ofrecería su apoyo logístico y humanitario: una flota republicana y la Base Naval de Cartagena. Por ello sería despiadadamente castigada en su guerra y postguerra, especialmente su enclave de Cartagena.
[3] https://tudmur.es/el-bastion-de-levante-ultimo-reducto-de-la-ii-republica-espanola (20/12/2020)
[4] A pesar de ser el Levante español un punto de retaguardia en la Guerra Civil, participó directamente en el conflicto. El territorio y su sociedad sufrieron la violencia de una guerra con alto poder destructivo que le hizo permanecer en una continua alerta hasta su militarización. Gil Hernández, E.R. La fortificación del territorio en el Levante peninsular durante la Guerra Civil Española. Alicante: Universidad de Alicante. 2017 Revista Otarq-ISSN 2530-4933. Vol.2 2017, pp. 77-90.
[5] Cartagena disponía de casi la totalidad de flota republicana, por ello sería su ciudad atrozmente devastada, masacrada por la aviación de la Legión Cóndor nazi. Desde la ciudad portuaria se intentó bloquear el Estrecho de Gibraltar y paralizar la batalla, aunque la intervención del golpista Yagüe la fracasó. El incumplimiento de no intervención avivó y alargó la Guerra Civil Española.
[6] Hospitales provisionales, situados estratégicamente cerca de la acción bélica, prestaban servicio a los heridos de ambos bandos. Algunos hospitales militares ubicados en la población, reciben igual nombre.
[7] Del Valle García, M. Salaria Kea. La enfermera roja que vino de Harlem. SEDENE 2007: nº 26. Segundo semestre 2007.
[8] Especialidad de infeccioso.
[9] Francisco Largo Caballero (Madrid, 1869-Paris, 1946), sindicalista y político marxista español. Histórico dirigente del PSOE y la Unión de Trabajadores.
[10] Desde Cartagena se embarcó hacia Rusia el Oro de Moscú, pago por el armamento soviético pactado por Negrín.
[11] Pequeña unidad alemana altamente especializada, enviada por el III Reich para apoyar la sublevación de Franco. Formada por aviadores voluntarios de la Lutfwaffe del ejercito de tierra y marinos, implicados en los principales conflictos bélicos españoles. Pasó a la historia por la dramática destrucción de Guernica. Arias Ramos, R. La legión Cóndor en la Guerra Civil. Madrid: La esfera de los libros; 2003.
[12] https://www.laopiniondemurcia.es/comunidad/2018/04/22/republica-memoria/915791.html (20/12/20)
[13] https://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=520201 Medina Tornero, M.E. Archena 1931-1945. Segunda república, Guerra civil y primeros años de posguerra {Tesis doctoral} Murcia: Universidad de Murcia. Facultad de Letras; 1917.
[14] La Guerra Civil Española fue el resultado natural de la inestabilidad y caos causados durante la República, acrecentado por la falta de voluntad y convivencia entre sus partidos políticos. Memoria republicana https://www.memoriarepublicana.com/guerracivil/( Consulta 5/4/2020)