LOS CERRILES PALADINES DE BUCAREST
"Aquella fría y tormentosa noche, causaba escalofríos hasta estremecer el alma. Un desagradable viento azotaba las copas de los arboles, creando un rítmico y melódico silbido al son de su vaivén. Cual sobrio coro marca un perfecto compás.

La agónica puerta del cementerio no dejaba de quejarse, chirriaba sin cesar maltratada por el viento. Ese lúgubre lugar alguna vez debió estar maldito, -rumoreaban los ancianos de taberna tras las justas copas. Solo los cadáveres de nadie y los proscritos quedaron allá olvidados. Cumpliendo un extraño ritual.
En la cripta, las pegajosas telas de araña acariciaban nuestras caras, hasta prender las viejas teas del mausoleo. Al abrir el ataúd un cuerpo yacía intacto, su cabeza la ocultaba una lujosa seda roja. Nos dejó sin aliento al observar su piel y cabellos, pues había sido brutalmente desollado. Su momia se deshizo en segundos. Nunca identificaremos aquella criatura... relaté mi episodio de terror en la especialidad novelesca del célebre irlandés, Bram Stoker."

En nuestro siglo II se fundó Rumanía como una extraña mezcla étnico-cultural dacio-romana[1]. Una burda versión del viejo latín de los conquistadores, tras renacer y posicionarse, adquirió esplendor y fortaleza hasta ser lengua oficial. Sus habitantes en tiempos pasados fueron vilipendiados, sometidos a dramáticas vejaciones por sus invasores asiáticos y europeos. Aquellos campesinos rumanos, ignorantes, sumisos, de apariencia torpe y tosca, ante una "carga" en el combate, se transformaban en feroces criaturas, traicioneras e implacables. Capaces de destruir a hordas guerreras nómadas. Aquella estrategia de guerrillas se emplearía en la "era del opresor Ceausescu".

En la Edad Media (1300), se formaron algunos principados: Valaquia al Sur, Moldavia en el Noreste y Transilvania limitando el Noroeste. Con una fuerte y duradera rivalidad étnica rumano-húngara.
Los vóivodas[2] para asegurar el poder, sin flaquear ante sus adversarios debían ser despiadados y agresivos (Bogdan, "el Fundador"; Esteban, "el Grande"; Miguel "el Viejo"). Todos ilustres caudillos feudales, duros y agresivos. Amaban su tierra y a sus gentes. Respetaban a la Iglesia Cristiana Ortodoxa, de ella aseguraban, procedía su inspiración ideológica. Mas no vacilaban en derramar sangre, ni usar argucias como arma política. El mas sanguinario de los príncipes rumanos fue Vlad Tepes.[3]

Ceausescu se identificaba con tan abominables predecesores. Alababa su despotismo, rudeza y agresividad. Aseguraba y alardeaba tener un parentesco histórico con tan depravados sujetos. Afirmaba que la esencia nacional del pueblo se encarnaba en la personalidad de su <Conducátor[4]>.
Fueron los rumanos hábiles negociadores diplomático-comerciales, mantuvieron el perfecto equilibrio de poder (gobierno-mercader) mediante versátiles alianzas de vasallaje, fingieron pleitesías que impedirían largas ocupaciones turcas sin forzar las conversiones al Islám, protegiendo su autonomía e identidad nacional. Igual estrategia sería utilizada en la época del absolutista paladín, que combinaron el colectivismo burocrático o neoestalinismo con su tiranía personalista y corruptiva. La etapa progresista del autócrata gobernante otorgó nobles tradiciones al país: patriotismo, inteligencia creadora, ideales humanistas latinos.

Con la muerte de Stalin la situación política de Rumania quedó flexibilizada y humanizada, dada la sensibilidad de Gheorghiu-Dej, su sucesor. La audacia de Ceausescu enfrentándose al gobierno soviético, rechazó la militarización del país, logró el derecho al desarrollo marxista multilateral con su original y libre socialismo. En los años 70, el cooperativismo multilateral desarrollado generó modernización, progreso diversificado y autónomo. Revocó algunas normas de libertad interna ciudadana, justificadas como tributo rumano a los comunistas por sus travesuras. La independencia de la URSS y la diplomacia hacia la paz internacional le abrió al rumano las puertas de Occidente, bautizado como <el comunista bueno>.
En los 80, existe un viraje de la estanflación a la recesión. La desviación de flujos de créditos al Tercer Mundo privó al dirigente de liquidez, pasando a deudor. Su reacción fue reducir el consumo del pueblo, consecuentemente disminuyó la importación, mermó la tecnología, la materia prima y los insumos para el progreso de la economía nacional. Las restricciones pronto abocaron a la hambruna, a la escasez de combustible que hizo eliminar la calefacción en hogares y hospitales, la racionalización de todo (gasolinas, material médico). Floreció el mercado negro con el renacer del ingenio mercantil rumano, generando fortunas. El odio del pueblo al dictador hizo que éste intensificase sus represalias y concentración en poder absoluto, con exaltación de lo represivo, lo que agravó las deficiencias del aparato productivo y empeoró la economía. Surgió el culto a la personalidad del gobernante, sus elogios en prensa, radio, televisión...las obras faraónicas inmortalizaron su fuerza. Su megalomanía le alejó del pueblo y cayó en la sistematización territorial.[5]

A partir de 1987, el sufrimiento del pueblo provocó nuevas protestas laborales para señalar la gravedad del hambre popular (la insurrección popular de Brasov hizo que sus gentes perdieran el miedo y el fatalismo). La intelectualidad manifestó su disidencia frente al régimen. El descontento perjudicó internacionalmente al totalitarista caudillo. La llegada al poder de Gorbachov en 1985, hizo cambiar la evaluación del rol histórico internacional del absolutista rumano. Gorbachov suavizó sus posturas con Occidente mientras el dictador se mostraba implacable, aferrado al dogmatismo y las doctrinas de Stalin. Las prácticas comercialmente ventajosas de su régimen, se suprimieron. Se le acusó de violaciones a los derechos humanos. La URSS culpó al tirano, de anacrónico e insostenible desprestigio al comunismo. No consintió el déspota militar adaptarse a las nuevas condiciones del mundo. Los rusos buscaban un futuro gobierno socialista perestrokista[6] rumano, discreto, evitando la violencia en Rumania.

En 1989, la tensión interna rumana se intensificó con la anunciada reelección de aquel abusón jefe de estado, que pactó con comunistas de ideologías de la talla de Marx y Engels, además intentó sostener su fracasada economía. Tampoco prosperó una carta de denuncia sobre el mal gobierno, la opresión política y el fracaso económico del rumano para que facilitase una transformación democrática. Ante la aproximación de su reelección y convencidos los observadores extranjeros de la posibilidad de permanencia mas tiempo en el poder. El ejercito en vez de disparar contra la población se unió al levantamiento. Los Ceausescu fueron capturados y fusilados. Como presidente de gobierno provisional le sucedió Ion Iliescu, amigo de Gorbachow y candidato a dirigir a Rumania a una evolución democrática. A diferencia de los demás países del Este, aquí se celebraron elecciones con triunfo de una socialdemocracia que rechazó el neoestalinismo, aunque mantuvo la seguridad social y el beneficio social comunista. El triunfo electoral del Frente constituyó un notable éxito para la URSS, al permanecer en el Pacto de Varsovia.
La joven y vibrante Bucarest es una autentica memoria histórica, cómputo de antiguos hitos, revoluciones socio-culturales y abruptos gobiernos, sagazmente transmitido por sus gentes, y plasmados en su contrastado urbanismo.

El palacio del Parlamento fue un descarado símbolo de la opresión comunista, supuso expropiaciones, hambres y miserias a su campesinado. Luce desafiante y sentenciador este enorme y costoso edificio administrativo, con un laberinto de plantas y subterráneos. Plagado de incontables salas de lujosos y variopintos decorados. Posee un búnker secreto con capacidad de 1000 personas, asegurando el abastecimiento durante 4 ininterrumpidos años. Frente a la inmensa sede política, nos adentraremos en el Bulevar Unirii (Bulevar de la Unidad) que atraviesa Plata Unirii, obra de Ceaucescu intentando emular los gabachos campos elíseos.

Para realizar tales obras se demolió cruelmente el casco antiguo de Bucarest, intentando erradicar su historia y las raíces del país. Desde la Plata Revolutiel (Plaza de la revolución) el pueblo escuchaba las necedades del cacique acomodado en el balcón del Comité Central Comunista, con dominio sobre el falso Arco del Triunfo. A la ciudad se le conoció como la pequeña "Paris del Este" por su tendencia a la construcción modernistas y su arquitectura neoclásica. Este Arco conmemora a los héroes nacionales en la guerra de la independencia y de la Gran Guerra. Sufrió varias reconstrucciones, la versión actual data del 36, es inferior en tamaño al parisino.
El alocado barrio Lipscani, localizado en el casco antiguo de la ciudad, fue lugar de trabajo de antiguos artesanos y comerciantes desde el siglo XV. Plagado de calles que antes delataban sus teterias y cafetines, ahora en dura pugna con bares, discotecas y restaurantes. Es una fiel representación de la fiesta rumana nocturna. Su peculiar librería Cärturesti de grandes espacios abiertos con sus típicas escaleras blancas. Entre los edificios mas emblemáticos, en la Calle Francesa, destaca Curtea Veche, su primera Corte Real, de las pioneras construcciones de Bucarest, actualmente es un lugar de interés arqueológico donde se exhibe el busto del príncipe Vlad Tepes. Junto a la vieja Corte encontramos la Iglesia de San Antonio (1559), el mas antiguo templo de la ciudad y lugar de coronación de los príncipes de Valaquia.

El Ateneo Rumano (1888), hoy sede de la filarmónica de Rumania y la Ópera de Bucarest (1953). Dos míticas construcciones de aquella alegre urbe.

EL Pasaje Macca y Vilacrosse une la calle Lipscani con la Calea Victoriei, en forma de herradura, es la evolución de una antigua posada. Arriba posee una cúpula acristalada y colorida, invadida de bares y restaurantes, aquí sus adolescentes fuman nargila[7]. En el Pasajul Victorei observamos los coloridos paraguas decorando sus techos. Muy cerca encontramos el Pasaje Inglés, antiguo hotel en desuso convertido en burdel, desde sus balcones se exhiben las mercancías carnales con discreción.

Las iglesias invaden la ciudad, existen de todos los estilos y confesiones. Descubrimos el Patriarcado Ortodoxo Rumano, ubicado en la cima de la colina de la Metrópolis (1658), la religión predominante es la ortodoxa rumana, los países ortodoxos poseen su iglesia principal o patriarcado, lo que para un católico sería el Vaticano. Otra iglesia ortodoxa es La Biserica Stavropoleos (1724) con una biblioteca de 8.000 volúmenes, música, historia y arte, cuidada por un hieromonje (sacerdote y monje a su vez). Aquí yacen enterrados algunos personajes históricos, Miron Cristea (clérigo y político, primer patriarca de la iglesia ortodoxa rumana) y Nicolás Munteanu, el segundo de los patriarcas.

El museo-parque Herastrau, exhibición etnográfica al aire libre con mas de 270 casas típicas de las regiones rumanas, sus dimensiones se asemejan al Retiro de Madrid. Lo riega un gran lago con barcas para pasear entre la maleza, el parque se extiende en la parte norte de la ciudad. Fue un antiguo cenagal transformado en lugar elegido en 1806, para pasear, relajarse y flirtear con las amantes su clase alta. Urbanizado en 1930, sus caminos y la actual imagen se le otorgó con la inauguración del 36. Cada gobierno ha cambiado su nombre.
Parecen tener los nobles rumanos debilidad por el sadismo y en su práctica descubrieron el placer de la sangre que emanan de sus tejidos lacerados. Buscando en ello propiedades sobrenaturales tras su consumo o el uso cosmético. Rescaté relatos en los que se funda el novelesco vampirismo, emblema de esta ciudad, otra narración da cuenta de la ambición humana aprovechando los poderes otorgados por la brutal Segunda Guerra Mundial.

Entre los oscuros sucesos de este país he recuperado el escalofriante relato de una diabólica rumana Noble, Erzébet Bathory (1560-1640) apodada La Condesa Sangrienta, o Tigresa de Csejite. De familia ilustre y adinerada, bella, culta, exquisita y distinguida. De apariencia frágil y delicada. Solitaria y Aficionada a la brujería, superstición... En sus años de madurez estaba convencida que la sangre de jóvenes vírgenes le otorgaría la juventud eterna por lo que decidió tomar baños de sangre y beberla. Fue culpada de mas de 650 asesinatos de forma atroz y despiadada, condenada a muerte, pero por respeto a su linaje familiar se le aisló en un olvidado castillo. En su antecedentes familiares destacaron poderosos eclesiásticos, príncipes, ministros; también los hubieron con abominable taras sociales, un discípulo de Satán, una tía Karla bisexual, un hermano cruel y adicto a la bebida; pero el mas conocido, fue el príncipe Vlad Tepes III. Niña esta inteligente, educada en la política, las ciencias y las artes con aficiones a la astrología y la alquímica. Sufría intensos ataques rabiosos que le hacían perder la cordura. De sus caprichos sexuales quedó embarazada, condenada a una fortaleza hasta deshacerse del bebé y disfrazada para su noble matrimonio. Su endogámia familiar fue la razón de tan mezquinos instintos aristócratas.

Hubo igualmente un diabólico personaje rumano, frio como el acero, llamado Víctor Capesius[8]. Farmacéutico, con actividad profesional en Transilvania y Bucarest; especializado en químicas y doctorado en filosofía. Al estallar la Segunda Mundial fue llamado a filas por la unidad rumana a Cerna-Vodá. Dirigió la farmacia hospitalaria del ejercito rumano, promocionado como capitán de la reserva. Reclutado por las SS como consecuencia del Pacto Berlín -Bucarest. Destinado al Almacén Sanitario Central, convalidaron su rango y le ascendieron a Hauptsturmführer de las Waffen-SS. Su currículum muestra un oculto vacío oficial, deshonroso... compatible con sus negros e infames destinos en Auschwitz, Dachau, Oranienburg, además de otros campos de concentración o exterminio (quizás éste segundo apelativo sea mas certero). En Auschwitz, aseguraba inocentemente, - le obligaron a dirigir la farmacia de las SS-. Escapó a Berlín y huyó de la SS, en 1946. Posteriormente, es apresado por la policía militar americana, al no prosperar sus acusaciones recuperó su exigua libertad. En los 50, inauguró una lujosa botica y un elegante Centro Cosmético; financiados ambos con dinero y joyas manchadas de sangre, saqueadas a los condenados a ser gaseados. Capesius, gustoso de participar en las rampas de la selección de los transportes (2-3 veces/ semana), de las medicinas solo le interesaba la información de los condenados para detectar los fármacos donde escondían sus riquezas (cremas o pastas dentífricas). Con voz dulce y persuasiva, este perverso boticario nazi, sonsacaba al judío sus secretos, para apoderarse de sus riquezas, algunos reos eran conocidos de su vida civil, mas no mostraba clemencia alguna, ni deferencia o compasión. Afirmaba -eran unos ingresos muy merecidos-. Los bancos suizos encubrieron el demencial proceso, sin esforzarse en devolver el dinero y las obras de arte robado por los nazis. Muchas fortunas alemanas se originaron en esta línea de desaprensivos y vulgares comportamientos.
<A la osadía de la Rebotica casi le cuesta la confinación en Bucarest por el sutil virus>
Bucarest 2 de marzo de 2020
Dr. Cayetano F. J. Pérez Gómez
[1] Mestizaje de los pobladores tribales del Bajo Danubio con las legiones romanas.
[2] Príncipes de las tres provincias rumanas.
[3] Conocido por muchos nombres, "Vlad el Empalador", Drácula. Mandó empalar a cien mil presuntos enemigo, alardeando y disfrutando de su ejemplar y atroz tormento. Este personaje fue fuente de inspiración para crear el novelesco vampirismo del escritor irlandés, Bram Stoker.
[4] Conducátor significa guía o conductor, fue título oficial utilizado por los dictadores rumanos, Ion Antonescu durante la Segunda Mundial y ocasionalmente al referir a Carol II y Nicolae Ceausescu.
[5] Costoso proceso económico y engorroso de acelerar la marcha de la historia, elimina la fase socialista para retroceder al crudo comunismo (Estado-partido y jefe). Destrucción de los vínculos tradicionales: quema las aldeas y traslada a sus habitantes a centros agroindustriales, reubicados en bloques de apartamentos.
[6] La perestroika fue una política reformista de la Unión Soviética, tras la llegada de Gorbachov al poder (1985). Consistía en una apertura hacia los países del bloque occidental, cierta liberación del sistema económico y transparencia informática.
[7] El narguile o narguilé, mas conocido como shisha, hookah, pipa de agua oriental o cachimba, es un dispositivo empleado para fumar tabaco de sabores, cannabis u opio.
[8] Schlesak Dieter. Capesius, el farmacéutico de Auschwitz. Madrid: Seix Barral Biblioteca Formentor; 2011.