NAMASTÉ*

08.01.2017
Ascenso al Fuerte Amber en Jaipur
Ascenso al Fuerte Amber en Jaipur


Ghats al amanecer en el rio Ganges. Varanasi (Benarés)
Ghats al amanecer en el rio Ganges. Varanasi (Benarés)

Ritual femenino camino de la ceremonia sagrada del rio Ganges
Ritual femenino camino de la ceremonia sagrada del rio Ganges

Dibujo del Bindi
Dibujo del Bindi

Actos Ceremoniales
Actos Ceremoniales

Haveli transformado en hotel (Mandawa)
Haveli transformado en hotel (Mandawa)











Lago Sagrado en la Mezquita Jama Masyid en Nueva Delhi.
Lago Sagrado en la Mezquita Jama Masyid en Nueva Delhi.

Taj Mahal en Agra
Taj Mahal en Agra

*Namasté es una respetuosa expresión, de origen sánscrito utilizada en India y Nepal, que acompañada de una ligera sonrisa y manos juntas a la altura del pecho, significa "me inclino ante usted".  

Con mis torpes, y quizá mal hilvanadas palabras, pretendo desmitificar un tabú occidental, que nada tiene que ver con un país cuyas tradiciones culturales datan del II milenio a.C., época en que se compuso un antiquísimo manuscrito indio, conocido como Rig-veda. 

India, ha supuesto un gran impacto mundial tanto religioso, cultural, científico como gastronómico. Fue cuna de religiones dármicas (hinduismo, sijismo, budismo y jainismo) que gracias a las invasiones y dominaciones sufridas goza de múltiples rasgos persas, árabes y turcos.

    A Ios indios debemos el sistema numérico decimal, el valor de la constante Pi y el concepto del cero. El arte de la navegación es de su propiedad y allí, en India, también se creó la primera Universidad del mundo.

Fueron adelantados en las Ciencias Médicas, pioneros en Cirugía donde realizaron las primeras operaciones de cataratas, descubrieron la cesárea y las intervenciones plásticas. Inventaron el ingenioso parchís y nuestro enigmático ajedrez deriva de su antiguo "chaturanga".

Su popular Kamasutra es un perfecto y exquisito tratado psíco-filosófico, y la danza para el indio es un acto ritual.

De sus 216 lenguas se han originados incontables culturas, y los gobiernos regionales indios son capaces de utilizar 22 idiomas distintos. El sánscrito es su clásico idioma así como del Sureste Asiático, de igual valor y transcendencia que nuestro latín o griego, e incluso con estructuras más perfectas y refinadas que los europeos. El hindi es su habla oficial más difundida, junto al inglés.

   Su fanatismo religioso muestra una celosa influencia en la vida de sus gentes. Las doctrinas más difundidas son el hinduismo (80,4%) seguido del islamismo (13,4%). Para el hindú la vaca es símbolo de ahinsa o no violencia, diosa madre protectora de la buena suerte y riqueza, venerada y respetada por sus adeptos. Por ello campa a sus anchas por doquier sin ser molestada, invade centros urbanos, callejuelas y transitadas carreteras. Sus gentes nos revelan que el mono, como animal sagrado, es superior a la vaca.   


  Su joven población con 25 años de media, tan activa como abundante, está formada por 1.250 millones de habitantes, con unas expectativas de vida de 63 años. Hasta la colonización inglesa figuraba entre los países más ricos del planeta y era la única fuente de diamantes mundial. Poseen un estricto, elitista e influyente sistema de Castas, capaz de generar matrimonios concertados de obligadas y fuertes dotes con prejuicios de la supervivencia femenina, lo que ha desencadenado en la actualidad escasez de mujeres en su sociedad por los abortos, asesinatos y abandonos de recién nacidos.   

La superstición junto con su incultura resulta enfermiza. Consideran irrespetuoso decir en voz alta el nombre del marido. Las viudas son tachadas de gafes y rechazadas social y familiarmente. Para el luto prefieren el color blanco. El "bindi" o punto que lucen sus mujeres en la frente, simboliza el ojo de la verdad y nada tiene que ver con el "tilak" o marca que luce el varón. El hinduismo desaconseja dormir con la cabeza hacia el sur, pues ese punto cardinal pertenece al Yama, dios de los muertos. No diferencian entre el ayer y el mañana, por ello usan la misma expresión lingüística (Kal). Se descalzan en señal de respeto ante mezquitas, iglesias, casas ajenas, etc. Se tocan los pies como muestra de respeto ante familiares o venerados ancianos. Cogerse de los lóbulos de la orejas mutuamente, es un signo de arrepentimiento y sinceridad.

La falta de muestras de afecto en público, ha quedado obsoleta. Hemos comprobado que se tocan, se abrazan y las rubias europeas les fascinan y enloquecen, demandan fotografías hasta rozar la pedantería.

Comen con las manos, utilizando siempre la diestra, al igual que saludan e intercambian sus regalos; la zurda queda reservada para todo acto impuro, aunque no me atreví a profundizar en este punto. Dejar comida en los platos es pecado, y se considera ofensivo.

Mal augurio resulta el estornudo, especialmente al inicio de un nuevo proyecto y consideran una grave acción pisar accidentalmente a alguien. Que para disculparse se ha de tocar el hombro del ofendido y con idéntica mano la frente del ofensor.

           Son estirpe tranquila, sonriente, hospitalaria, inteligente y muy comercial, donde todo vale en sus regateos. Capaces de emular los gustos occidentales, creando hoteles de ensueño donde reina la tranquilidad, la comodidad, el lujo y el buen gusto; cautivan al visitante con sus bellos patios, rodeados de atractivos estaques y floridos jardines. Todos estos paraísos terrenales quedas perfectamente aislados y custodiados por fuerzas del orden, que garantizan la seguridad del turista.

Paralelamente, sorprenderá la enigmática vida del nativo con peculiares y obstinadas reacciones que marcado por una patética religiosidad, sumidos en la más absoluta pobreza se muestran rodeados de una deprimente urbanidad. Lo que ofrecerá imágenes variopintas, desde divertidas a grotescas, con famélicos personajes ofreciendo desgarradoras escenas, que en ocasiones pueden herir la sensibilidad del espectador.

Su población tan numerosa como dinámica, transitan en autobuses totalmente colapsados: de obligadas puertas abiertas con pasajeros en las escaleras exteriores y techos sin punto de sujeción para el viajero. Circula una moto portando cuatro personas sin casco, su benjamín de corta edad, reposa sobre el depósito del ciclomotor. Los risknar (bici-carro de 2 plazas) con 5 personas, o carga tres veces lo autorizado. No existe código de circulación, son irrespetuosos en pasos de peatones y semáforos, se circula por la derecha o izquierda indistintamente, de igual modo se adelanta. En una autovía un coche se aproxima en dirección contraria, suceso también detectado en Egipto. La bocina resulta indispensable, su continuo lamento advierte de la infracción, o se acciona por placer. Cuando aparece una vaca en escena, tiene preferencia sobre todo y todos. Aún así puedo asegurar que no existe estrés, al menos para ellos; ni accidentes o discusiones que altere sus rutinarias vidas.

Sus barrios con escasa o nula iluminación, donde los alcantarillados lucen descubiertos y sin contenedores de basura. Las inmundicias se amontonan en cualquier parte para pasto de vacas, cerdos, jabalies y perros. Las casas y negocios de aborígenes no cumplen normativa higiénica o de seguridad. Gustan de reunirse entre ellos, donde siempre hay presente un viejo camastro; o duermen en cualquier rincón, esquina, bajo o sobre sus tambaliches ambulantes fijos o móviles, indistintamente.

Algunas mezquitas poseen comedores públicos donde asegurar el sustento del desdichado, siempre abastecidas por donaciones y atendidas voluntariamente, donde elaborar sus propios manjares. Los deformes luces sus malformaciones que faciliten las limosnas nativas y turísticas.

El Ganges es su rio sagrado, el sueño de todo indio es reposar en sus aguas tras la incineración, deber encomendado al primogénito. Diariamente se celebran ceremonias sagradas en torno al río: amanece con baños sagrados, crematorios y esparcimiento de cenizas; atardece con canticos, ceremonias florales y de inciensos.

Admirar su Taj Mahal al romper el día, es todo un espectáculo que no serás capaz de olvidar nunca.

      Los Havelis o antiguas mansiones señoriales de Shekhawati, son galerías de arte sin techo. El ascenso en elefante al fuerte Amber es insólito, emocionante y cargado de adrenalina...

Mas mi fabula no acaba aquí, espero despertar y estimular la inconsciente curiosidad del lector atrevido, que verifique mi tosco relato.

                                              Nueva Delhi a 15/10/2014  

                                              Dr. Cayetano F. J. Pérez Gómez