PERVERSOS Y FATUOS SANADORES: LO QUE NO MATA, TE CURARÁ
<No siempre gozaron de esplendor y gloria las Ciencias de la Salud. Desde épocas hipocráticas hasta casi el siglo XX, los medicinantes mostraron deficiente cualificación, dada su escasa o nula instrucción. Los aciertos e intenciones en sus menesteres tampoco les honraban. Carecían de prestigio e infringían un atroz daño sin restaurar la salud. Serían ferozmente castigados en sus artes>

El mundo atravesaba un abrumador retraso científico compensado con la insolente y lenguaraz picaresca. Imperaba una exasperante cultura social de ineptos e incompetentes gobernantes. Asolaba miseria y hambre; las enfermedades pululaban en nuestro planeta.

Tras aquella nefasta reputación en la curación, hizo que su praxis fuese rebatida a través de la pintura o escultura, criticada por la nobleza, el clero o el mundo literario. Los destinos de aquellos afligidos y enfermizos desvalidos dependerían, exclusivamente, de los aciertos o finura de sus curanderos[1], barberos, cirujanos, médicos, …o fisgones. Quedaba el enfermo a voluntad de las mañas o sutilezas en el arte del faculto o el hábil engaño del descarado farsante. Sus tretas curativas, aun admiradas e ineficaces, resultarán aterradoras y dramáticas.
Las argucias de los galenos hasta hace escaso tiempo mostraban una visceral ofuscación por las sangrías, sus ventosas o sanguijuelas, los enemas, lavativas, lobotomías o trepanaciones, … Aplicadas indistinta y despiadadamente cual fuere su dolencia, mediante disparatados y demenciales procederes. Causarán terror al enfermo, cuasi tortura inquisitoria.
Quevedo enjuiciaba[2] severa y merecidamente a los manosantas:

Aquellos infaustos saberes, fruto de una absoluta carencia de ciencia y total falta en experimentación anatómica, fisiológica o microbiológica. Presto serían derrocados los miasmas ante el ocurrente descubrimiento de los gérmenes de Pasteur y sus desconcertantes, acertados y novedosos contagios.
Muchas serían las atrocidades cometidas en nombre de la medicina, hasta afinar en su predicción, delicadeza o eficacia. Lograr el esplendor que merecen y conocemos como honorables y respetadas Ciencias de la Vida e incluso sorprendería los descomunales disparates aún por llegar. La justificación ante tan diabólico comportamiento será tan versátil como la osadía del impredecible e ignorante cretino ante un absoluto desconocimiento científico, de buena fe casi siempre. Aunque los habrá extremadamente arrogantes, con exceso de soberbia o gran afán crematístico, cuando no descarado abuso ante la debilidad del inculto moribundo. Excusados siempre en nombre de la ciencia, su perfección o el progreso del vergonzoso planeta, entonces.

Algunas de las aberraciones ocurridas, asumido mi innato error de presentismo, las cito al detalle:
Los antiguos egipcios dominarán mi exposición, considerados una civilización fuente en el origen de la medicina e influenciada de matices mágico-religioso. La enfermedad será aceptada como castigo divino por trasgresión de sus leyes o mandamientos. Sin embargo, su ciencia, siempre adelantada a su tiempo, racional, deductiva e inspirada en la observación clínica aun representada por sacerdotes y absolutamente jerarquizada. Destacaron tres tipos de galenos: los sacerdotes del Sekhmet (diosa de la sabiduría), los médicos civiles (Sunnu) laicos y los magos, con poder de conjurar la enfermedad.
De su higiene intestinal y vaginal

En el antiguo Egipto, la medicina o arte sagrado, distinguida con el título de Guardian o Pastor Real de la especialidad, existiría por ello el guardián del ano faraónico,[3] al cuidado de las enfermedades causadas por la gastronomía (trastornos digestivos, meteorismos, hemorroides, fistulas, abscesos, purulencias, …) limitados a la higiene intestinal a través de purgantes, reflejados en el Papiro de Ebers (1.517 a.C). El Papiro de Chester Beatty (1,200 a.C) trató el cuidado de la zona rectal, introducían agua soplada mediante cañas de oro o el dramático tratamiento hemorroidal, seccionadas aquellas con despotismo a navaja o aplicados hierros incandescentes para su cauterización.

Entre otras tareas denigrantes figuraba la aplicación de líquidos purgantes, estimuladores de los intestinos faraónicos para facilitar su evacuación ante una indigestión o estreñimiento. Herodoto, mil años después, describiría los enemas,[4] se aplicarán líquidos en el recto con funciones preventivas, aunque el burdo y cruel proceso propagaría las infecciosas. Quienes carecían de privilegios o soportaban castigadas economías usarán cañas del Nilo y bombearán aguas procedentes de vejigas de animales o bolsas de cuero.

La práctica emulaba el ritual del Ibis[5], [6], pájaro sagrado egipcio cuya limpieza rectal la realizaban en el rio, usando su largo pico; el dios Osiris transmitió tal conocimiento sagrado a sus sacerdotes. De la Inspiración en tales aves surgió la lavativa,[7]usada durante siglos, presente en múltiples civilizaciones y distintas épocas (Mayas, americanos, Mesopotamia, India, China, Edad Media europea, … hasta nuestros días) toda sustancia era apta para ser administrada, existían lavativas de azahar, rosas, bergamota y angélica; de antimonio, aloe, hinojo, azafrán, tomillo, anís, vino u oliva; crearon lavativas especiales de café, la de tabaco era considerada depuradora, eficaz ante severos espasmos intestinales, alteraciones respiratorias, cólera, reanimación de ahogados; abandonada en el siglo XX por los efectos nocivos del tabaco sobre el corazón y pulmón.

Aplicadas tales soluciones inyectadas a presión ante cualquier enfermedad, al ser considerada -la interrupción del tránsito intestinal un grave problema de salud, pues el ascenso de sus vapores fecales intoxicará el cuerpo y la melancolía del sujeto-. En el Rococó (S. XVIII) la lavativa presidiría la clasificación entre la purga y la sangría como destacados aciertos médicos.

Refleja el Papiro de Rameseum IV, que las mujeres egipcias introducirían en su vagina excrementos secos de cocodrilos[8]del Nilo diluidos en leche acida, al mezclarse con el esperma impedirán la fecundación impuesta por esa ligera alcalinidad otorgada por las heces del reptil, aunque susceptible sería de infecciones vaginales, además de una tremenda e inaguantable fetidez anti-lasciva. Los papiros de Ebers (1.550 a.C) y Kahun[9], tres siglos antes describían otro anticonceptivo con miel, cuya viscosidad permitiría ser insertada a modo de tampón.

Soranus (S. XVIII) ginecólogo griego, recomendaba a la dama dar siete saltitos y estornudar tras el coito para evitar su preñez, nunca delató como provocar el vital estornudo que facilitase la obligada expulsión seminal. Los chinos (S. VII), excesivamente pragmáticos y agresivos, recomendaban beber una tintura de mercurio, metal tóxico, si bien acelera la esterilidad, también desencadenará agónicos desenlaces.

Para tratar lesiones traumáticas en la pelvis,[10] las egipcias eran fumigadas vaginalmente alejando sus dolores, tales experiencias eran recogidos en sus documentos médicos.
Los papiros de Berlín 199 y Calsberg III[11], relatan un eficaz y comprobado método para detectar embarazos. El análisis consistía en verter la orina de la hembra, supuestamente grávida, sobre semillas de trigo y avena; lo que germinará con toda certeza esos cereales al estar la dama encinta.
Flebotomía
Hacer sangrar al enfermo deliberadamente[12],[13],[14], gozó de esplendor entre los siglos XV-XVIII, perduró hasta casi el S. XX.

Es la extracción de sangre del paciente mediante objetos punzantes (agujas) o cortantes (por sección de una vena o arteria en codo o rodilla) además del uso de sanguijuelas,[15] (hirudoterápia), anfibio de la familia de las lombrices, que habita diversos medios terrestres, marinos, ríos, lagos o mares; utilizada desde épocas hipocráticas.

Son sus responsables, repulsivos gusanos viscosos y segmentados, que succionarán la sangre mediante sus ventosas. Su saliva contiene enzimas y sustancias que inyectará a sus víctimas tras la incisión. La hirudina disolverá los coágulos de los vasos sanguíneos, asegurará su flujo e inoculará un anestésico local que neutralice su molesta mordedura; además, inyectarán antimicrobianos y vasodilatadores, facilitando una rica fluidez sanguínea. Todo un perfecto proceso de sangrado bajo el control de la repugnante oruga.

Perseguiría tan osado método el equilibrio de los humores corporales (sangre, flemas, bilis amarilla o negra) segregados por el cerebro, hígado o bazo. Se drenará sangre hasta el desmayo del necio, con pérdidas superiores al litro de su sangre. Usada desde la antigua Grecia por Hipócrates, Erasistrato y Herófilo. Galeno consideró aquella linfa como estática, no circulante, con posibilidad de corromperse e infectar, causa de las enfermedades, por ello su obligada extracción. Se definen sus criterios en términos de extensión, intensidad y gravedad de la enfermedad. Sus teorías se popularizaron y fue método de elección ante cualquier enfermedad e independiente a la nobleza del sujeto. Adoptada sería por otras culturas, pasó a Occidente tratando de resolver múltiples enfermedades desahuciadas. Erasistrato (300-260 a.C) se oponía a la sección venosa ante la dificultad de estimar la cantidad de sangre a extraer, la facilidad a seccionar accidentalmente una arteria, tendón o nervio con daños irreparables o la transferencia del aire arterial a venas anaeróbicas. Aegimio de Eris (470 a.C), igualmente, se opuso a la desagradable venesección. Tras corto periodo dubitativo fue restaurada su técnica a través de los escritos de Aulo Cornelio Celso y Galeno, perduró 1.500 años. Aquel sangrado provocado fue internacionalizado y adoptado por las religiones y sociedades del planeta. En la Europa medieval se transformaría en remedio contra la peste, viruela, epilepsia y desconocidas enfermedades sin remedio. En 1.163, un Decreto papal prohíbe a los sacerdotes -derramar sangre-, los oportunistas barberos adoptan su práctica aun con extrañas supersticiones. En 1.616, W. Harvey descubre que la sangre es bombeada por el corazón, desmiente su formación hepática y queda demostrada la circulación sanguínea. Desarrollarán su esmerado y sofisticado instrumental.

Dividen la sangría en venesección o arterioctomía (generalizada) y la escarificación con ventosas (raspado de piel previa a la incisión, con extracción del aire por succión o calentamiento) con ventosas o sanguijuelas, cuyo poder de ingestión oscila entre 5-10 ml de sangre, casi 10 veces su peso. El descubrimiento de los gérmenes provocaría el abandono de la técnica hemorrágica, precursora de las transfusiones sanguíneas, de excelente utilidad en los periodos bélicos por venir.
Cirugías

Los egipcios, precoces en anatomía humana[16] ante su tradición de momificar. Debían disponer el cadáver para el más allá, asociaban las partes de cuerpo deterioradas con las enfermedades sufridas en vida, lo que les hizo expertos cirujanos. La preparación del finado para su viaje les obligaba a completar sus carencias físicas, así nacería la costumbre de las prótesis.

Entre las primicias de tales menesteres consta la reposición de un dedo del pie, cuya poseedora la disfrutó en vida. Curiosamente, gozaban de un sistema médico gubernamental (existían Institutos Médicos educados en las especialidades, confeccionaban manuales de consulta y se ocupaban de accidentes laborales reconocidos con pagas por su imposibilidad laboral).
Antaño, se defendía una cruel cirugía sin anestesia, aquellos cirujanos, maestros en ignorar el dolor ajeno, raudos en intervenciones, pues su presteza asegurará el éxito operativo aun con múltiples riesgos, sutilmente escondidos.

Su emblema quirúrgico, "Fuerza-Precisión-Rapidez" debía prevalecer. La anestesia era ofensiva, además de una tremenda farsa. Exterminaba el dolor y con ello el reto y la habilidad del arte. Tan vanidosos matasanos se opondrían a cambios que impidiesen sus sustanciosas prebendas como las pérdidas de su protagonismo.
Aun con esmero en sus moliendas o limpiezas del grano para la confección de harinas, escapaban al ojo humano piedras y arenas del desierto que desgastarán los dientes, cuyos huecos eran sensibles a infecciones. El Papiro de Ebers detalla técnicas para rellenos dentales y ungüentos capaces de paliar su dolor. Usaron la miel como antiséptico y el lino para cubrir aquellas inoportunas y molestas oquedades dentales provocadas.

Los barberos o sacamuelas, tras atragantar al enfermo con alcoholes baratos a modo de anestesia, ejercerán una atroz palanca con su pie en el cuello o abdomen del desgraciado, ayudados de una burda herramienta, extraerán la infecta pieza dental, sin preparación aséptica como tampoco antibiótica.

Peor dramatismo supondría la cirugía de un brazo o pierna, ante la sospecha de una galopante ponzoña gangrenosa, que con una vulgar y mugrienta sierra desdentada (pensando disminuir así el dolor), seccionarán carne y hueso indistintamente. Vísceras, sangre y miembro serian desparramados, dando apariencia de grotescos verdugos, solo un fuerte "mamporro" actuaria de atontamiento hasta que el insoportable dolor provocase la espontánea inconsciencia.

La asepsia, (supieron que debían renovar las sábanas del enfermo, aunque nunca su razón) e higiene (solo el lavado de manos del operador evitaría la fatídica fiebre o sepsis puerperal, pagó con su vida Semmelweis, su descubridor ante el maltrato sufrido por sus superiores) o el aislamiento hospitalario (incorrectas, absurdas e incumplidas cuarentenas); todas las reflexiones citadas resolverían multitud de tretas infecciosas. La potabilización de aguas, el saneamiento urbano, hasta una elemental educación higiénica poblacional aumentaría las derrotas de la enfermedad. El tardío uso antibiótico o el acierto en la refrigeración serían declaradas poderosas e innovadoras armas antiinfecciosas.

La primera cirugía de cataratas realizada en el mundo data del Antiguo Egipto[17], sus médicos practicaban la reclinación o introducción de un punzón en el ojo con destrucción de la zónula, para permitir que el cristalino al tumbarse cediese ante el paso de la luz e imágenes proyectadas a la retina; el paciente mejorará sin lograr su perfección visual, no existía anestesia, tampoco esterilidad o antibioterapia, aumentando los tremendos riesgos infecciosos en su intervención. En el 600 a.C, Sushutra, oftalmólogo indio, realizaría la primera extracción de cataratas mediante la cirugía intracapsular del cristalino, sustituyendo a la egipcia. En 1.748, el oftalmólogo francés, Jacques Daviel, realizó la novedosa cirugía extracapsular, mediante unción corneal, con apertura de la córnea en el limbo superior y extracción completa de la catarata, técnica de elección, entonces. Perfeccionada con las suturas y lentes intraoculares con recuperación visual en tiempo y suavidad en sintomatología postoperatoria. Desde 1.950, la cirugía extracapsular se perfeccionó con incisiones pequeñas, mejoró su recuperación y disminuyeron sus complicaciones. En 1.967, Charles Kelman, oftalmólogo norteamericano describiría la facoemulsificación, disolvería la catarata mediante ultrasonidos y los desechos extraídos serían eliminados mediante pequeñas aperturas sin sutura. El desarrollo de lentes intraoculares aportaría eficacia, seguridad y rapidez en postoperatorios. En la actualidad, la cirugía de cataratas es ambulatoria e indoloras, con recuperación en horas, facilita al paciente prescindir de gafas tras la intervención. Considerada de las técnicas médicas que más han evolucionado en la historia de la medicina.
Los conocimientos de cerebro

Su primicia en visuales anatómicas procede de los tratamientos post-mortem , tras inspeccionar heridas, realizar diagnósticos y prescribir remedios a sus enfermos.
Realizaron los egipcios anamnesis, pronósticos y cirugías regladas. Describieron el cerebro y sus patologías como la jaqueca, la epilepsia, el ictus y las secuelas de traumatismos craneales o su sección medular, con cierta experiencia en neuro traumatizados.

Fueron experimentados en intervenciones ante insoportables cefaleas, tratadas mediante pequeños taladros en la cabeza o trepanaciones craneales severas, tremendamente violentas para el enfermo por su modus operandi e instrumental rudo y belicoso. Poseían conocimientos relacionados con la transferencia de funcionalidad entre el cerebro y los músculos. Relataron en sus papiros los movimientos de diferentes miembros y su dependencia con los hemisferios cerebrales de lados opuestos o la moderna lateralidad cerebral. Describieron enfermedades mentales por celeridad con la edad, posibles antepasadas del Alzheimer.

Entre sus cirugías consta la curación del mal de cabeza (cefaleas o migrañas); además de las citadas intervenciones craneales, utilizaron excipientes con aceites y mieles para sus pócimas farmacéuticas. Considerado divino el origen de sus tratamientos[18] e inspirado en el poder de sus dioses, provisto de magia y encantamientos. Sus recetas médicas eran encabezabas por el símbolo (Rp/) capaz de transformar un simple papel en documento médico, dada la creencia de su magia.

Entre los poderosos amuletos sanadores existía el -Udja-, representa el Ojo de Horus, dibujado por los médicos egipcios en sus recetas que las transformaría en asombrosas fórmulas mágicas.
Los romanos aceptarían la interpretación del amuleto egipcio, copiarían tan solo la inicial (R) de la palabra "Recipe" (Reciba usted) que evolucionaría a Rp o Rx, complementada posteriormente, con una barra: Rp/ o Rx/ (la barra simbolizará el Rayo de Júpiter, fuerza superior a la humana).

Herencia de la medicina egipcia sería nuestra Receta Médica, encabezada con las siglas ( Dp/ Dispénsese). Además, ellos describieron la semiología médica, supimos de sus maniobras médicas (inspección palpación y auscultación), también los datos informativos del paciente; el concepto de síndrome como signos y síntomas patrón de una enfermedad; los hallazgos físicos como trismus[19], rigidez nucal y pulso débil; los vendajes y suturas inspirados en el tratamiento de su momificación (Srh) considerado una disposición del cadáver para la vida espiritual, de su disciplina Chen (propiedades terapéuticas de minerales y plantas) derivará la alquimia y la química; consideraron remedios racionales los descarados usos de potentes venenos naturales, la heroína, el mercurio o arsénico; manejaban los efectos vasomotores del enebro, además de multitud de majaderías o rezos de ultratumba.

Nos regalaron las descripciones de la traqueostomía como solución arttrga obstrucciones respiratorias de vías alta y la cauterización quirúrgica para resolver sangrados y drenaje de purulencias que evitaría la infección. La antigua medicina egipcia influiría sobre la grecorromana y árabe, que a través de la España musulmana se expandiría a toda Europa.

Serían absolutamente adelantados en exploraciones cerebrales[20],[21] ,[22]. La corteza cerebral figura descrita en el Edwin Smith Surgical Papyrus (1.600 a.C) transcritos de sus antecesores, hace 3.000 a.C. Recogen información de observaciones del cerebro, muestran pliegues y arrugas cerebrales, además de sus fluidos cerebroespinales en individuos con pérdidas del lenguaje, excesivos temblores y convulsiones.

Fueron pioneros en trepanaciones[23], técnica quirúrgica en casos de traumatismos craneoencefálicos, epilepsias, migrañas, aunque practicados con fines mágicos siempre pretendieron aliviar las presiones cerebrales ante fracturas o drenajes de hematomas. La localización de individuos con cráneos multi-trepanados confirmaba su supervivencia tras la exitosa técnica durante muchos años, dado el nivel de cicatrización en el hueso craneal. Sus cirujanos manejaban el cerebro con sumo cuidado, conocimiento y precisión, conscientes que un mínimo error de praxis sobre la materia gris podía ser fatal para el intervenido. Se descubrieron antiguos registros considerados innovadores y atrevidos avances médicos e inspirarán a la moderna craniectomía. El hemostático[24], curioso personaje capaz de detener la hemorragia con solo su presencia y un desconocido ingenio para ello.

En tratamientos de convulsiones por traumatismos fue Hipócrates de Cos (460-370 a.C) quien escribió un manual sobre lesiones en la cabeza, clasificó sus fracturas e indicó cuales precisaban trepanación. En la Grecia Helénica, debatían sobre cual órgano recaía el pensamiento, si cerebro o corazón. Alcmeón de Crotona, defendía el cerebro como origen del pensamiento y las sensaciones. Aristóteles, un siglo después, mantenía que el cerebro enfriaba la sangre que el corazón, previamente, sobrecalentaba, lugar donde reside el intelecto. Los Incas poseían grandes conocimientos de plantas medicinales: la coca, el tabaco y la cerveza de maíz eran usados para aliviar el dolor; utilizaron bálsamos y saponinos como anti-colesterolémicos. Galeno, basado en la descripción de los ventrículos cerebrales de Herófilo y Erasístrato, aseguró que la memoria, la emoción, los sentidos y la cognición, residían en tales lugares, los ventrículos cerebrales generarán un líquido protector del tejido cerebral. En la Edad Media (1.100-1.500 d.C), surgen las primeras cirugías clandestinas, la prohibición eclesiástica creará al "cirujano ambulante" quien extirpa, falsamente, la piedra de la locura; pensaban que su origen estaba en las protuberancias cerebrales. Mediante pequeñas incisiones craneales el curandero fingía, mediante perfectos juegos malabares, extirpar aquella piedra de la locura. Los clérigos ejercieron una cuidada medicina sin infringir la norma clerical. El Renacimiento eliminó las prohibiciones de la inquisición y resurgieron los avances médicos, Vesalio realizará sus estudios anatómicos y difundió el primer tratado de neurociencia, "De humani corporis fabrica", base de la anatomía cerebral moderna. Describe con detalle el cráneo, la calota o bóveda craneal y la base de cerebro. Steno en su "Opera philosofica", expresaba que el cerebro, obra maestra de la creación, era desconocido; se precisaba estudiar su disección, razón de las quejas por falta de conocimiento. Nemesius, en su "De natura hominis" narra los ventrículos cerebrales, formados por tres cámaras consecutivas y comunicadas en ellos, donde residen el sentido común, pensamiento y juicio, además de la memoria. René Descartes, un siglo después, padre del método científico, escribe obras con el dualismo mente-cuerpo, anuncia la teoría del reflejo, descrita con mecanismos de reacción automática del cuerpo en respuesta a estímulos externos, procesados por el cerebro. Como filósofo establece el método cartesiano (Pienso, luego existo).
La modernidad, la renovación de la conciencia social ayudados del progreso y los descubrimientos; se gestará poco a poco la moderna y asombrosa medicina.
Belleza, estética y cosmética.

La Belladona[25],[26](Atropa belladonna) de la familia Solanácea, conocida como sombra nocturna mortal, baya de la bruja, cerezas del diablo, planta de la muerte. Fascinante y atractivo vegetal de bellas flores o campanillas violáceas, de frutos o pequeñas bayas redondeadas, negras, dulces y atractivas, a pesar de esconder un mortal veneno.
Su nombre antiguo era atropa, deriva de Átropos, una de las tres Moiras (antiguas deidades) o Parcas, damas que forjarán el destino de los humanos, la tercera de ellas es responsable de juguetear con la vida de personas y de átropos. Quien osa cortar el hilo de la vida para arrastrar a la muerte.
Desde la antigüedad, a pequeñas dosis, la belladona es usada en las bacanales dionisiacas, en el Antiguo Egipto se creía podría abrir puertas a otras dimensiones, los romanos bebían sus brebajes para invocar a Bellana, diosa de la guerra e implorar sus victorias.
Entre sus múltiples efectos, la atropina (bloqueante de la acetilcolina) provocará estimulación cardiaca, mientras su escopolamina e hioscina causará alucinaciones o delirios. Usada como analgésico, sedante e hipnótico, antiespasmódico, antiulceroso, eficaz ante la irritabilidad del colon y la gastritis crónica, sedante y anestésico local, facilita las exploraciones oftalmológicas, antídoto de organofosforados.

La atropina dilata las pupilas, al igual que ocurre en el enamoramiento. Las cortesanas italianas de los siglos XVI y XVII, detectaron una enorme atracción masculina unida a la sexualidad femenina con un peligroso poder de hechizar y embrujar al varón. La midriasis provocada asemejaba a los "ojos de las gacelas", según los cánones de belleza de época aumentaba el poder atractivo de las damas (belladona). De difícil dosificación, su exceso producirá pérdida memorística, parálisis y muerte. Su uso tópico disminuirá sus delicados riesgos, se prefería como crema aplicada vaginal o analmente, en su efecto creían ver volar (Mito de las Escobas Voladoras).

En Egipto, el interés de la Mandrágora[27] centró su atención en su fruto con propiedades afrodisiacas, con desprecio sobre su raíz aun de acción sedante. Su cultivo ex profeso, se hizo en jardines de élite, junto a la flor de loto simbolizaron la fertilidad.

La tosca y a priori subestimada Medicina egipcia se transmitirá generacionalmente hasta ser heredada. Refutada ante excelsos y modernos descubrimientos generará las nobles Ciencias de la Vida y sus Hábitos ideales. Mejorará la Salud y la Felicidad humana. Permanecerá a perpetuidad en constante evolución científica para cumplir su glorioso cometido.
9 de septiembre de 2024
Dr. Cayetano F. J. Pérez Gómez Investigador de UMU. C. Sociosanitarias (F. Medicina)
www.cientificosmurcianos.webnode.es
[1] Los saludadores, entre los curanderos y hechiceros, especializados en tratar la rabia, supervivientes a crueles y numerosos procesos de la Inquisición, persistieron hasta siglo XX. Su poder natural procedía del momento de su concepción (7º hijo de familias solo varoniles, nacidos en la noche de Navidad o Viernes Santo), poseen una cruz en la bóveda palatina, sus poderes son atribuidos a santa Quitéria. https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/los-saludadores/html/ 17/8/2024
[2]https://cvc.cervantes.es/literatura/quevedo_critica/satiras/querillacq.htm#:~:text=De%20aqu%C3%AD%20lo%20que%20se,que%20sangran%20a%20los%20pacientes12/7/2024
[3] https://historia.nationalgeographic.com.es/a/guardian-ano-faraon-medico-que-hacia-trabajo-sucio_17111 12/8/2024
[4] https://elektrocare.wixsite.com/hidroterapiadecolon/single-post/2015/08/03/historia-de-la-higiene-intestinal 21/8/2024
[5] https://www.elespanol.com/enclave-ods/historias/ibis-eremita-curiosa-ave-espana-figura-mas-amenazadas-mundo/813168891_0.html 12/8/2024
[6] https://www.zoomadrid.com/animales-y-continentes/animales/ibis-sagrado 12/8/2024
[7] https://eldiariodesalud.com/catedra/la-historia-de-la-lavativa 21/8/2024
[8] https://www.elespanol.com/cultura/20191113/anticonceptivo-surrealista-evitaban-quedarse-embarazadas-antiguo-egipto/443706199_0.html 19/8/2024
[9] https://www.bbc.com/mundo/noticias-48014073 19/8/2024
[10] https://www.elespanol.com/mujer/mujeres-historia/20201117/cuenco-vagina-fumigaciones-tratamientos-ginecologicos-antiguo-egipto/536696631_0.html 19/8/2024
[11] https://www.lavanguardia.com/vida/20170731/43220525768/practicas-medicas-inverosimiles-raras-historia.html 28/8/2024
[12] https://www.savalnet.cl/mundo-medico/reportajes/lo-que-la-medicina-se-llevo.html 24/8/2024
[13] https://rcientificas.uninorte.edu.co/index.php/salud/article/view/4169/5467 24/8/2024
[14] https://www.revista-portalesmedicos.com/revista-medica/sangria-flebotomia-historia/ 24/8/2024
[15] https://www.fundacionindex.com/gomeres/?p=1159 21/8/2024
[16] https://www.bbc.com/mundo/noticias-40610780 21/8/2024
[17] https://visioon.es/blog/historia-de-la-cirugia-de-catarata/ https://www.eldebate.com/historia/20230706/asi-operaban-cataratas-antiguo-egipto_126142.html https://fernandez-vega.com/blog/quien-invento-la-operacion-cataratas-datos-curiosos/ 21/8/2024
[18]https://www.hospitalitaliano.org.ar/multimedia/archivos/noticias_attachs/47/documentos/10461_2005-2.86-87.pdf 26/8/2024
[19] Trismus o trismo, contracción de los músculos encargados de la masticación, espasmo involuntario que provocará abrir la boca e impedirá separar los dientes, dificultando comer o hablar. https://clinicadentaljorgemato.com/trismus-dental-causas-cuanto-dura-y-como-curarlo/ 23/9/24.
[20] https://www.revistadeeducacion.cl/el-cerebro-humano-desde-las-trepanaciones-egipcias-hasta-la-neurociencia/#:~:text=Consistía%20en%20retirar%20parte%20del,necrosado%2C%20esquirlas%20óseas%20u%20otros. 23/8/2024
[21] https://www.elsevier.es/es-revista-neurologia-295-articulo-la-trepanacion-craneal-sinuhe-el-S0213485311002568 23/8/2024
[22] https://loff.it/oops/brain-up/la-neurologia-en-el-antiguo-egipto-piramides-y-trepanaciones-104939/ 23/8/2024
[23] Retirada parcial del hueso craneal mediante un trépano (perforador), con introducción de unas pinzas para analizar la masa encefálica en busca de anormalidades, a fin de retirar tejido necrosado, esquirlas óseas. Daba también salida a entes nocivos.
[24] https://www.ancient-origins.es/origenes-humanos-ciencia/antiguas-trepanaciones-craneales-003966 1/9/2024
[25] https://www.kyreo.es/propiedades-leyendas-la-belladona/ 21/8/2024
[26] https://www.rtve.es/noticias/20110614/belladona-droga-brujas/440076.shtml 21/8/2024
[27] https://www.ucm.es/data/cont/docs/621-2017-06-23-El%20fruto%20del%20deseo.pdf 21/8/2024