TATUADOS POR LA SEGUNDA MUNDIAL

"Desconozco cualquier honor en los campos de batalla e inimaginable será el dolor y la humillación maquinada entre sus adversarios".

Alemania fue escenario de la mayor barbarie sufrida por los judíos, un descontrolado nazismo[1]sin impedimentos y colaborado, inculcó y propagó el odio. Aquel mediocre y pusilánime charlatán, capaz de manipular con la "comunidad Volk[2]" al pueblo alemán: influyó en sus dirigentes[3], adulteró científicos[4], engañó a su élite[5], confundió a la milicia[6]y vició a niños y juventudes;[7]hasta hacerles creer en la superioridad de una raza aria[8].

Utilizó la pobreza y la hambruna de sus campesinos. Simuló aliviar sus penurias, engañando a adeptos; en las ciudades sorprendieron los diseños de vanguardia arquitectónica, infundiendo grandeza a sus gentes. Creó una aparente y perfecta nación, formada por un falso linaje puro. Alterando sus leyes[9], modificando sus normas e intentando manipular la genética hasta impedir la descendencia, la propiedad y la libertad de quien no convenía. Urdió un maléfico plan hasta el control total[10]y despiadado del país. Exterminó cualquier amenaza que pudiera alterar su proyecto con su absoluto control, mediante una despiadada "sincronización[11]"

Sus pugnas bélicas simultáneas en distintos frentes y sus enfermizos temores, fueron un craso error. Provocó un excesivo gasto al país y una gran debilidad nacional; lo que intentó paliar de modo agresivo e irracional.

Sus asombrosas ciudades hoy marcadas por el horror de sus víctimas, esconden recónditos secretos de tormento y vergüenza. Unas exhibidas para ejemplarizar a la humanidad, otras ocultarán su deplorable comportamiento o disuadirán al cretino fanático.

Hamburgo, rica y elegante ciudad luterana del norte del país, de filántropos comerciantes, con un atractivo e imponente puerto de mar. Desgraciadamente sometida durante la Segunda Mundial con la Operación Gomorra (1943), que desencadenó una cruel tormenta ígnea reduciéndola a cenizas y cadáveres. Autores de la hamburguesa, dada la necesidad de transportar las carnes especiadas desde Sajonia. Muy cerca de ella, cual ciudad medieval de estrechas y pintorescas callejuelas luce, Lübeck. Su puerta de Holsten, icono de la ciudad, dará acceso al casco antiguo. La iglesia gótica de Santa María muy vinculada a la música sacra y a los conciertos de sus históricos e irremplazables órganos. Famosa por su potente producción de Mazapán.

Berlín, capital del país, residencia de un débil y rencoroso führer[12], que condenó a los alemanes a sufrir un desastroso conflicto internacional. Sus ansias de poder y grandeza, con enorme terror oculto a una supremacía judía, causa de su atroz Holocausto. Con el incendio del Reichstag (1933), provocado por los nazis, justificó la persecución comunista; posteriormente, las represiones fueron extensivas a judíos y las razas inferiores en "La Noche de los Cristales Rotos"(1938). Berlín quedaría gravemente dañada por las fuerzas aliadas. Posteriormente, condenada a una guerra fría, seccionada desigualmente con una mísera zona soviética, carente de libertad, progreso y cultura. Encarcelada por un dañino Muro[13]con restos visibles hoy, para impedir la huida hacia la libertad del cantón americano.

Dresde, la <Florencia del Elba>, capital del Estado de Sajonia, situada al Este de Alemania. Gran enclave industrial del Reich: administrativo, operativo, estratégico-militar y de comunicaciones ferroviarias. Quizá la razón de su despiadado azote bélico, denominado, Operación Thunderclap, que desencadenó una tormenta de fuego, aniquilando su casco histórico poco antes de la inminente capitulación alemana. Todavía hoy le envuelve una gran confusión su necesaria destrucción, no era objetivo industrial, estratégico o militar de primer orden, -mantiene sus detractores-.

Núremberg, capital espiritual del nazismo, próspera e histórica; lo que favoreció su brutal devastación militar. Cuna del Juguete y el Bratwurst. Aquí se juzgaron a jueces y destacados mandatarios del nazismo[14], fue una novedosa experiencia judicial, aunque desafortunadamente ningún acusado cumplió las penas impuestas. Había que reparar lo derribado y la ayuda germana era necesaria para tal menester.

Heidelbeg no sufrió bombardeos, por lo que se convirtió en la sede del mando "yanqui", ciudad que acogió a románticos y filósofos. Allí se inspiraba Goethe, quien sagazmente ocultaba sus secretos masónicos y sus lamentables desamores.

La amurallada Friburgo, protegida de caprichosos saqueadores y puerta de entrada a su Selva Negra. Muy próxima a ella, en tierras francesas, encontramos a Estrasburgo, que luce elegante, romántica y señorial. La ocupación nazi confiscó su biblioteca y alteró su pulso universitario, remplazando el profesorado francés, lo que desencadenó una fuerte resistencia estudiantil. Destruyeron y sustituyeron monumentos, imponiendo sus despiadados criterios. A los alsacianos los consideraron alemanes en contra de su voluntad y, era fuertemente castigada su oposición.

Múnich, <lugar de monjes, en 1158>, tercera ciudad en importancia tras Berlín y Hamburgo del Estado Federal de Baviera. Centro financiero, industrial y cultural de Alemania, sus habitantes gozan de la mejor calidad de vida del país. Conoció su esplendor con Luis IV Wittelsbach. Sufrió guerras, epidemias e incendios. Luis I impulsó la cultura, el arte y la arquitectura. Por ella pasó Napoleón y fue sometida a un corto régimen comunista. El Oktoberfest o popular fiesta de la cerveza tiene su origen en el enlace entre Luis I de Baviera y Teresa de Sajonia, en 1810.

En 1923, Hitler intento un golpe de estado contra la república de Weimar con escaso apoyo del pueblo y la milicia, lo que le costó 5 años de cautiverio. En 1933, los nazis tomaron el poder y convirtieron la ciudad en el Centro ideológico del Nacionalsocialismo, declarada "Capital del Movimiento", consecuencia por la que sufrió un desmedido tormento en los bombardeos de 1944. Hubo un grupo de resistencia estudiantil llamado LaRosa Blanca. Múnich sufrió un ataque terrorista palestino en las Olimpiadas del 1972, por un comando llamado Septiembre Negro. Hoy es una bella ciudad turística, orgullosa de su alta tecnología, tratando de olvidar ese escabroso pasado que no todo alemán acepta.

"Fácil pudo ser el genocidio, vergonzosas sus huellas y eternos sus tormentosos recuerdos en hombres de honor."

Berlín 6 de octubre de 2018

Dr. Cayetano F. J. Pérez Gómez

[1]El Tratado de Versalles pretendió apaciguar al pueblo alemán con un pagó por la destrucción causada en la Gran Guerra y la limitación de sus tierras y ejercito. Sus consecuencias fueron una sublevación de Alemania generalizada. Favorecida tal crispación por una inestable Republica Weimar, la abdicación del Kaiser y la crisis alemana de 1929. Cautivados los alemanes por las atractivas ideas nacionalsocialistas de trabajo, de restauración del espíritu nacional y el expansionismo territorial, lo que desencadenó una cruenta Segunda Guerra Mundial.

[2]La Comunidad Volk, abolía las libertades básicas del ciudadano, unía las clases sociales y las regiones alemanas bajo el control de Hitler. Transformando al Tercer Reich en un estado policial con arrestos y encarcelamientos indiscriminados.

[3]Convenció a Hindenburg a declarar el Estado de emergencia, para eliminar las libertades personales recogidas en la Constitución.

[4]La raza aria superior germana debía conservarse pura, favorecida por las dramáticas y forzadas esterilizaciones quirúrgicas de las razas inferiores.

[5]Prometió recuperar el honor y la gloria arrebatada a la nación alemana.

[6]Obligó al ejército a un juramento personal de lealtad a Hitler como Führer y Canciller del Reich.

[7]Tropas de asalto nazis: jóvenes uniformados con camisa marrón y botas de piel alta, actuaban como auxiliares de policía, que golpeaban y asesinaban a todo oponente al régimen, fueron sus juventudes hitlerianas.

[8]Manipuló las Teorías de la desigualdad de Gobineau sobre las razas humanas, que exaltaba la superioridad de la raza blanca. La idea de pureza racial prohibía la mezcla de la alemana con inferiores (judíos, gitanos, negros). Entre los arios no figuraba la raza germana. Utilizó la selección de las especies de Darwin para justificar la supervivencia de los mas fuertes. Odiaba a los franceses por humillar al pueblo alemán y arrebatarle Alsacia y Lorena. Por ello se ensaño con Estrasburgo.

[9]Se aprobó un proyecto de Ley que permitió al gobierno crear nueva y caprichosas leyes sin permiso del Parlamento.

[10]Prora fue una estación vacacional de novedosas y colosales estructura turísticas, situada en la isla alemana de Rügen, creada en el periodo nacionalsocialista (1936-1939). Se ocupó de la vigilancia, estructura y control del tiempo libre de los obreros alemanes, para asegurar su fidelidad al partido. Su lema fue "Fuerza a través de la alegría".

[11]La política de Sincronización forzó a las organizaciones, los gobiernos y los partidos políticos a estar bajo el control nacionalsocialista. La cultura, la economía y educación pasó a depender del nazismo.

[12]Vocablo alemán que significa jefe o líder.

[13]Pérez Gómez, C. Patrañas del cínico muro berlinés. Murcia; 2015. www.cientificosmurcianos.webnode.es

(consultado 22 de noviembre 2018).

[14]Los Juicios de Núremberglograron la creación del Derecho Penal Internacional y sus Cortes, donde se tipificaron nuevos delitos, como la falta de "rebelión de los jueces alemanes" y la aplicación de la fórmula de Radbruch en juicios a jueces: si una ley tiene carácter de injusticia extrema, aun escrita y promulgada, se puede renunciara a su aplicación. La defensa nazis alegó, que tales juicios pretendian intereses políticos y no judiciales.